La irrupción estudiantil, con la ocupación de facultades y movilizaciones masivas, ha impactado en toda la población. En primer lugar en los propios jóvenes de muchas otras facultades que comienzan a sumarse. Lo mismo entre los estudiantes secundarios de las escuelas experimentales de la UNT, al igual que la docencia universitaria, que este jueves decidiría medidas de fuerza.
Los reclamos contra la inseguridad, por mejores condiciones de estudios o, en el caso de la docencia relativas a las condiciones laborales, concentran los grandes problemas que hoy preocupan a la mayoría del pueblo tucumano, que ve el entrelazamiento de los aparatos de seguridad con las mafias delictivas y por lo tanto el estado de indefección frente a la redes de trata, la droga, robos y crímenes. De la misma manera, en todo el territorio provincial, sea por el costo del transporte, los costos escolares, o el estado calamitoso de los edificios y condiciones laborales de la docencia, la educación vive un estado de desquicio donde cada vez es mas difícil aprender y enseñar.
La lucha universitaria ha puesto en la picota toda esta situación y por lo tanto la política de los gobiernos nacional y provincial que no dan respuestas a los reclamos, pero también al Acuerdo Cívico y Social, cuya principal fuerza, la Unión Cívica Radical, gobierna la Universidad Nacional de Tucumán, y que al igual que los gobiernos nacional y provincial se lavan las manos y no dan respuestas a los legítimos reclamos de los estudiantes y profesores.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores llamamos al pueblo tucumano a apoyar los reclamos de los estudiantes y a transformar su lucha en una lucha de todo el pueblo.
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