martes, 26 de junio de 2012

Este miércoles 27 todos al paro y concentración a las 11.30 hs. en plaza Independencia

Frente a la jornada de paro nacional y movilización cuyo epicentro se dará en Plaza de Mayo, en Tucumán también se realizará una concentración a las 11.30 hs. en plaza Independencia de la que serán parte diversas organizaciones sindicales (Autoconvocados de la Salud, sectores de la docencia primaria y universitaria, estatales), a la que se sumarán varias organizaciones sociales y políticas y sectores estudiantiles de la Federación Universitaria.

En tal sentido el Partido Obrero y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores se suman a esta convocatoria y llaman al conjunto de los trabajadores a realizar asambleas en sus lugares de trabajo para votar los reclamos del paro y la participación en la movilización.

El Partido Obrero destaca como fundamental la jornada de lucha como un peldaño para conquistar: la derogación o elevación del piso hasta 15.000 pesos para el mínimo no imponible, la extensión del pago del salario familiar y su elevación a 700 pesos por hijo al conjunto de los trabajadores, un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar y la concreción de paritarias sin techo. En definitiva el rechazo a la política de ajuste y para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.

Daniel Blanco

domingo, 24 de junio de 2012

Tucumán 1972 - Recuerdos de "El Quintazo"

Imagínense ustedes por un momento una comunidad estudiantil sin “redes sociales” ni teléfonos celulares; sin internet ni twitter. Cientos, miles de estudiantes tomando el predio de la universidad, movidos solamente por el mensaje boca a boca, la determinación, la conciencia y la militancia política.

En 1972 el que escribe estas líneas era muy joven; casi un adolescente. Acababa de terminar el ciclo secundario en el Instituto Técnico de la UNT, todavía con algunas materias pendientes, y se aprestaba a inscribirse en la UTN, decidido a “independizarse económicamente”; a trabajar y estudiar de noche. Sin embargo, acumulaba ya una cierta experiencia militante y de participación en el primer Tucumanazo como estudiante secundario; como un joven militante de base. Uno de los tantos miles.

La explosión de lucha estudiantil en junio de ese año, cuya expresión más álgida fue el Quintazo, fue una expresión local del creciente activismo juvenil en todo el país producto de la persistente lucha obrera y popular contra la dictadura militar.

Ser joven era sinónimo social de ser miembro activo de ese proceso. Aunque creíamos ser sujetos motores de la historia, éramos en realidad objetos de la misma. Una historia argentina que se comenzó a escribir en las fábricas de la Fiat-Concord en Córdoba, en 1969: la historia del despertar de lucha independiente de la clase obrera argentina. Con algunos antecedentes propios, en Tucumán esa historia nos arrastró con total naturalidad; con la objetividad de un proceso en el que el “elemento subjetivo” –la conciencia política- normalmente viene por detrás del proceso social. En otras palabras: no necesitamos entonces “revelación política” alguna para entregar lo mejor de nuestra juventud a la lucha.

La toma de la Quinta Agronómica adquirió aspectos de verdadera lucha popular de masas. La Avenida Roca, desde los predios universitarios hasta la Avenida Alem, era territorio liberado. Por varios días, no circularon vehículos de ningún tipo. Era una arteria desolada, con cascotes desparramados entre barricada y barricada, con grupos de estudiantes con los puños en alto que circulaban a todo momento por la misma, y a los que se unieron jóvenes trabajadores de las barriadas populares vecinas.

El predio universitario era de los estudiantes. Sin duda alguna era de los estudiantes. Caminar por los pasillos de la universidad era una sensación muy especial para todos los que allí estuvimos. Casi en cada rincón o aula se discutía política. Las asambleas y reuniones eran frecuentes. No sólo se actualizaba a los estudiantes sobre los acontecimientos que se estaban desarrollando, sino que de manera extraordinaria se aprovechaba el tiempo para discusiones teóricas de un nivel intelectual extraordinario. Era muy común encontrarse en un pasillo o aula con un activista dirigiéndose a un grupo de estudiantes, versando sobre teoría marxista con profundo conocimiento de los clásicos. No era raro escuchar extensas citas textuales de Marx, de Lenin, de Trostski. Algunos otros estudiantes simplemente agarraban una guitarra y cantaban en grupo. Pero la decisión de si cantar una zamba o un tema de rock era objeto de extensos planteos intelectuales sobre la diatriba “música nacional” versus “música extranjerizante”. Al final, la guitarra igual sonaba y todos cantaban.

Las organizaciones políticas estudiantiles realizaban sus reuniones de células o de grupos de facultades en los mismos pasillos de la universidad. La “clandestinidad” estaba garantizada por todos. Uno podía fácilmente advertir cuando se trataba de una reunión de discusión pública -y por lo tanto participar de la misma- o de una reunión partidaria.

La izquierda revolucionaria argentina, y por lo tanto la tucumana, era un verdadero mosaico bizantino de grupos y hasta de grupúsculos. Los partidos tradicionales de esa izquierda se habían fragmentado y astillado al fragor del despertar independiente de la clase obrera, y las estructuras burocráticas de algunos de esos partidos tradicionales eran furiosamente rechazadas por la juventud en lucha. Buscábamos construir un nuevo partido de los obreros socialista. Rechazábamos el llamado de esos partidos tradicionales a plegarse al “Gran Acuerdo Nacional”, la nueva trampa de salvataje del sistema capitalista argentino.

Yo pertenecía a uno de esos fragmentos o astillas: un minúsculo grupo local, tucumano, llamado Círculos de Estudiantes Socialistas, nacido como resultado de un fraccionamiento del Partido Revolucionario de los Trabajadores - El Combatiente. Permítanme en este punto rendir homenaje a algunos compañeros que ya no están: Mossi, Cachi, la Negra Lidia, el Chino Décima, el Chato Gargiulo. Jóvenes tucumanos que cayeron luego de 1976 víctimas de la más sangrienta de las dictaduras. Esos jóvenes estuvieron presentes en El Quintazo, y ni se imaginaban entonces que eran objetos de una historia que devendría en masacre. Mi memoria y mi eterno respeto estarán siempre con ellos.

El Quintazo, como todo movimiento de masas, utilizó las armas de la lucha de masas. La barricada, la honda, las piedras. Hubo algunos compañeros miembros de la incipiente (por esos años) organización guerrillera foquista –el PRT- que portaban armas dentro de la Quinta Agronómica, pero nunca llegaron a usarlas. No tenían verdadera intención de hacerlo, y la masa estudiantil aprendió a respetar y a aceptar el hecho de que las cargaran, aunque no fueran parte de la lucha de masas.

Me tocó presenciar, casi al final de los hechos, la captura de un “botón” de la policía provincial -un policía infiltrado en las filas estudiantiles- y pude ver cómo un compañero, con mucha habilidad (seguramente un miembro de una de las organizaciones foquistas) quitaba el cargador de la Ballester-Molina y removía la bala de la recámara antes de entregarla a la dirección estudiantil del conflicto. Creo recordar que esa arma fue devuelta a la policía.

No son los “aspectos militares” de la lucha los relevantes en esas jornadas. En realidad no hubo aspecto militar alguno. Todos han visto hoy las fotos de la gigantesca honda construida por los estudiantes y emplazada en plena Avenida Roca. Era enorme; casi dos metros de altura, montada sobre tablas con ruedas. Aunque las imágenes de las fotos puedan hoy despertar cierta fantasía de sofisticación, la honda fue en realidad el producto de imaginación pueril de un grupo de estudiantes que realmente pensaba que era posible ser usada como arma de autodefensa. Que yo sepa, nunca disparó; por lo menos no efectivamente. Pero ahí quedó, en la historia y en la leyenda.

Luego de casi una semana de lucha, en la que las fuerzas policiales fueron indiscutiblemente superadas por la masa estudiantil, llegó la hora de enfrentar al ejército. O sea, llegó la hora de la derrota. No recuerdo las fechas. Sí recuerdo la asamblea estudiantil (no tan masiva como las anteriores) donde se decidió democráticamente que era imposible enfrentar al ejército de igual a igual, y que era necesario “rendirse” a cambio de garantía por la integridad física de todos los estudiantes. Y así se hizo. Fue gracias a la cobertura mediática que el proceso de cargar estudiantes en camiones y ómnibus del ejército argentino se hizo sin mayores verdugeos ni golpes. Fuimos cientos de estudiantes los que subimos a una fila de vehículos con las manos en alto o en la nuca.

Hugo “el Chato” Gargiulo -quien ya había estado en prisión durante la dictadura de Onganía- nos dijo con justa razón que él no podía caer otra vez preso, que esa detención tendría para él consecuencias graves. El resto de los compañeros asentimos, y vimos cómo El Chato se adentró de nuevo corriendo hacia los vacíos predios de la universidad. Luego supimos que pasó la noche entera escondido dentro de un ducto de calefacción, y que al día siguiente consiguió saltar la alambrada sur y refugiarse en la casa de un obrero. Sobrevivió. Por lo menos en ese momento sobrevivió. Al resto de nosotros nos hicieron subir a camiones y nos llevaron a los predios de lo que era entonces el “Regimiento 19 de Infantería”, al oeste de la ciudad. Nunca en mi vida había visto tan de cerca fusiles amenazantes, y tuve miedo. Allí advertimos enseguida que estábamos en manos de “colimbas” (soldados conscriptos) jóvenes como nosotros (en esos años el servicio militar era todavía obligatorio), miembros del pueblo argentino. Nos miraban con una mezcla de respeto y admiración. Pero los oficiales y suboficiales eran de temer. En la semana subsiguiente nos sacaron de a pequeños grupos “a declarar”. A ficharnos con un prontuario en una dependencia policial. A mí me tocó salir positivo en la obsoleta “prueba de la parafina” (prueba de haber disparado un arma de fuego). El aparato legal de la dictadura necesitaba mostrar al público que lo estudiantes eran monstruos que abrían fuego contra la policía, y a mí me toco por suerte ser “evidencia” de algo que nunca ocurrió. Afortunadamente no hicieron uso posterior de ese prontuario.

Dentro de las “cuadras” de colimbas que abrieron para encerrarnos, los estudiantes nos organizamos inmediatamente eligiendo delegados representativos, y casi de inmediato comenzamos a plantear reivindicaciones. Las condiciones de detención eran malas, peor que las de los colimbas. Lanzamos una huelga de hambre ante la pésima comida y terribles camas-cucheta que nos dieron. La respuesta fue quitarnos hasta los horribles colchones.

El lector seguramente se va a reír, pero los estudiantes respondimos con más lucha: hasta gritamos una consigna totalmente ridícula, motivada por nuestra juventud, inexperiencia y tal vez desubicación total respecto a la naturaleza de nuestra propia situación: “¡Un solo grito: colchones bien blanditos!”. Cuando pienso hoy en la terrible puerilidad de esa “consigna” no puedo evitar una sonrisa y a la vez cierta vergüenza.

Pero éramos jóvenes, muy jóvenes. Puerilidad es a la vez inexperiencia e inocencia transformadora en la lucha por la utopía, y dicen que es una cualidad de los jóvenes. Pero no hay política revolucionaria sin utopía revolucionaria. Sólo a la clase dominante, a los dueños del poder, la utopía revolucionaria le puede resultar una puerilidad.

Para terminar: ser jóvenes no significaba en ese entonces seguir “revelaciones políticas” “verticales” ni “transversales” sin cuestionamiento o reflexión. Todo lo contrario. Cuestionar la autoridad era el tono de la época. Éramos, como dije antes, objetos de la historia que se nos impuso por generaciones, y el despertar de la lucha obrera nos colocó a los jóvenes en una posición de buscar por propios medios una identidad y objetivos propios, coherentes con el desarrollo objetivo del proceso social.

Cuando escucho hoy del “despertar a la militancia” de la juventud argentina actual, basada en una supuesta “revelación” de tal o cual político burgués, no puedo dejar de notar la contradicción que yace entre el espíritu renovador de la juventud y la actitud geriátrica de amoldarse a la “transversalidad” de los buenos bonapartistas gobernantes. No es ese el verdadero rol de la juventud. A los jóvenes de hoy corresponde tomar el camino de la crítica y el cuestionamiento, de ser parte de la lucha de los obreros y oprimidos por la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista.

Rolando “el negro” Gómez 
Coyoacán, 23 de junio del 2012

El miércoles 27 PAREMOS Y MOVILICEMOS por paritarias sin techo, contra el impuesto al salario y por las asignaciones familiares


jueves, 21 de junio de 2012

El Crimen de Mariano Ferreyra. El Juicio, el papel del Gobierno y la importancia de la lucha popular

En el marco del Seminario Los Derechos Humanos Sociales y Sindicales bajo el Gobierno Kirchnerista organizado por estudiantes de Derecho de la Agrupación PUL Plenario Universitario de Lucha y militantes del Partido Obrero, que se dicta en el Aula 4 de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT, 25 de Mayo al 400, el viernes 22 a partir de las 19 hs. se dictará la segunda clase del mismo bajo el título El Crimen de Mariano Ferreyra. El Juicio, el papel del Gobierno y la importancia de la lucha popular.

Disertarán en la oportunidad:
Juan Roberto ROBLES (Abogado Penalista, Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.N.T).
Daniel BLANCO (Dirigente Nacional del Partido Obrero, Candidato a Gobernador por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, ex Convencional Constituyente del PO en 1994).

lunes, 11 de junio de 2012

Las cacerolas de Puerto Madero

Junto al Río de la Plata, en el costado oriental de la bella ciudad de Buenos Aires, y a escasos metros de la Casa del Gobierno Federal, hubo un viejo puerto inicialmente inaugurado a finales del siglo XIX y abandonado como puerto funcional muy poco después. Se transformó en un lugar de enormes depósitos abandonados y sitios baldíos por una buena parte del siglo XX, hasta que fue “reciclado” con viviendas de lujo en pleno apogeo del llamado “neoliberalismo” menemista (peronista) en los años 1980, y es hoy, en pleno siglo XXI, un lugar especial. Un lugar de lujo, verdadero atractivo para el visitante desprevenido.

El humo, el ruido de las sirenas de los barcos, el traqueteo de estibadores, la música de arrabal, ya no existen. Por supuesto tampoco sus habitantes de hoy son los mismos parias, desclasados y miserables de la vida que lo habitaron por tantos años.

Hoy es un sitio turístico, además de emblemático. No hay visitante de Buenos Aires que no sea llevado a admirar el “puente de las mujeres” del renombrado arquitecto Calatrava, y a mirar de lejos la cadena de lujosos rascacielos que se ubican hacia el este sobre el río, como si fueran un verdadero mirage, ilusión de vida para la mayoría. Pero la mole impersonal de rascacielos al estilo “primer mundo” no puede de ninguna manera inspirar hoy a poetas del tango ni bohemios de la cultura. No tiene carácter; no tiene alma. Los argentinos que realmente aman Buenos Aires como ciudad de un carácter muy especial, mezcla extraordinaria de culturas, argentina, europea y cosmopolita a la vez, desprecian el Puerto Madero reciclado. Definitivamente no es Buenos Aires. No debería serlo. El puente de Calatrava debería haber sido levadizo.

Aun así todos llevan a los turistas a visitarlo. Si al desprevenido visitante se le ocurre atravesar uno de los puentes que unen Puerto Madero con el resto de la Argentina, encontrará lujo y desolación; vehículos ostentosos que no se ven en barrios de gente normal en el resto de Argentina, soledad hecha asfalto, limpieza extrema como si no vivieran allí argentinos, aceras perfectas y perfectamente vacías. Limpieza, lujo y soledad. Los únicos que caminan por allí son empleados de servicio doméstico de piel morena. No hay ningún café donde sentarse con amigos a tomar una ginebra y hablar del partido del domingo. Sólo hay locales de lujo extremo, con nombres en inglés y precios inalcanzables para la mayoría de los argentinos. Los residentes actuales de Puerto Madero salen en sus automóviles de vidrios oscuros y blindados directamente de los “parkings” de los rascacielos, sin mirar y sin que los miren. Algunos salen en Harley Davidson a comer Sushi en uno de esos lugares que ningún argentino común no puede pagar. Esos tampoco miran alrededor ni quieren ser mirados. El visitante no los ve. Como máximo, el visitante se puede tomar una foto frente a una triste y opaca figura del fallecido Juan Manuel Fangio en su famoso Mercedes Benz “bala de plata”. La espantosa escultura despierta tristeza en su soledad.

Pero en realidad, aunque también él se codeaba con poderosos, Fangio nunca alcanzó a vivir allí. Allí vive una mezcla patética de millonarios patibularios, nuevos ricos con fortunas de dudoso origen, escoria inculta de la farándula televisiva, burócratas sindicales corruptos (y asesinos: Pedraza, quien está preso por el asesinato del joven Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, tiene todavía allí su departamento), junto a funcionarios de embajadas extranjeras y vedettes siliconas aún más patibularias.

¡Ah!...y lo más importante: allí viven muchos funcionarios del actual gobierno argentino (peronista). Muchos, incluyendo nada más y nada menos que el mismísimo vicepresidente. La presidenta llorona lo llamó “concheto” (término despreciativo del argot argentino para nombrar a un miembro de la clase alta), pero seguramente no llora cuando cuenta entre su patrimonio personal el valor del lujoso departamento que ella posee allí, aunque no lo habite.

En estos días hubo “cacerolazos” en distintos barrios de Buenos Aires, pero no en Puerto Madero. Los cacerolazos sonaron sobre todo en la esquina de Santa Fé y Coronel Díaz, en pleno Barrio Norte. No es que los habitantes de esa zona sufran de hambre ni nada por el estilo. Se trata de la famosa “clase media porteña”; una pequeño burguesía urbana cuya característica política esencial es ser una veleta política: algunas veces con los obreros y campesinos, la mayor parte de las veces con los poderosos.

Los cacerolazos de esta semana no fueron ni lo uno ni lo otro. Fueron una expresión legítima de asco e indignación de esa clase media fluctuante por la corrupción de los nuevos poderosos, aquellos “gerontoliberales” (peronistas) que dicen que le sacaron el gobierno a los “neoliberales” (peronistas), y viven ahora cómodamente en Puerto Madero. Pero esa indignación fue orientada en dirección contraria a la de los barrios obreros en muchos de sus planteos y consignas. Legítimo, pero ni popular ni progresista.

No hubo cacerolazos tampoco, por ejemplo, en el barrio Villa 9 de Julio en Tucumán. El kirchnerismo (peronista) se las arregló para materializar el sueño dorado de todo bonapartista burgués por un día: la conciliación de clases. Ni los poderosos gerontoliberales de Puerto Madero ni los oprimidos de los barrios obreros cacerolaron.

La cacerola nunca fue un método de lucha de los oprimidos. No que los oprimidos argentinos no tengan hoy por qué protestar. Todo lo contrario. También ellos están indignados por la corrupción, y aunque no les preocupe no poder comprar dólares como a la clase media de Barrio Norte, les preocupan más los tarifazos e “impuestazos” a sus salarios, las alzas en el costo de los servicios, la virtual congelación de las paritarias arbitradas por el bonapartismo kirchnerista a favor de los patrones, los constantes ataques a su salario y a su derecho de huelga por parte de la presidenta. Ese descontento se puede oler en el aire, aunque no “cacerolee”. Cuando ese descontento realmente explote, no será con cacerolas, sino con los métodos tradicionales de la lucha de clases, y tal vez arrastre también a los balcones y a las esquinas de Barrio Norte.

El silencio de las cacerolas obreras y populares indica que las mismas se usan sólo para cocinar, pero no significa de ninguna manera apatía ni apoyo a Puerto Madero. Que no se equivoque nadie.

El silencio de las cacerolas de Puerto Madero es patético, porque nunca se usan ni siquiera para cocinar. Los peronistas gerontoliberales que gobiernan hoy Argentina comen Sushi de delivery mientras se enjuagan la boca con “inclusión social”.

Rolandoel negro” Gómez
Coyoacán, 8 de junio del 2012

viernes, 8 de junio de 2012

Jornada de paro y movilización de la CTA en Tucumán

Jornada de paro y movilización de la CTA en Tucumán de la que participó el Partido Obrero y el Polo Obrero y que incluyó el corte del Puente Lucas Córdoba y la movilización a plaza Independencia.


En la nota del informativo "División Noticias" del Canal 8 de Tucumán en vivo en plaza Independencia, Blas Rivadeneira dirigente del PO.

“Hay que nacionalizar íntegramente el sistema bancario de comercio exterior. La izquierda planteó esto en las elecciones de 2011 y con esa autoridad nos dirigiremos a la población tucumana hoy”

Marcelo Ramal, dirigente nacional del Partido Obrero, participó del programa "A las siete" que se emite por el Canal 8 de Tucumán. Lo hizo en compañía de Martín Correa para anunciar la Charla Debate "La crisis. ¿Quién debe pagarla?"
  Foto gentileza de tucumanalas7: http://www.tucumanalas7.com.ar/nota.php?id=62175


jueves, 7 de junio de 2012

Alperovich: un gobierno lleno de bussistas y represores

El 22 de mayo pasado cobró estado público la renuncia a su cargo en el Ministerio de Seguridad Ciudadana -nada menos- del ex capitán del destacamento de Exploración de Caballería Montada 141 Fernando Chaín. El ahora ex funcionario alperovichista está siendo juzgado en Salta por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

En el gobierno provincial se hicieron los desentendidos: el ministro del área, Mario López Herrera, señaló que Chaín venía de la gestión anterior en el ministerio cuando estaba a cargo de Baillo, recordado no sólo por haber sido funcionario del genocida Antonio Domingo Bussi, sino por haber renunciado en medio del escándalo que produjo el crimen de Paulina Lebbos.
A su vez, Alperovich pretendió mostrarse sorprendido: “no estaba al tanto en absoluto. Por supuesto que hay directivas de no tener funcionarios de ese tipo, yo no sabía absolutamente nada ¡Cómo vamos a admitir eso!”, cuestionó (La Gaceta, 25/5).
Pero esa pirueta se vino abajo cuando el propio hijo de Antonio Bussi, el legislador Ricardo Bussi, pasó lista de los ‘cuadros’ bussistas que hoy ocupan cargos destacado en el gobierno: “El primer dirigente que Alperovich incorporó a su gestión fue Baillo, un militar retirado y un bussista de la primera hora. Luego llamó a Miguel Brito, un ex soldado que estuvo bajo las órdenes de mi padre”, dijo Bussi (ídem, 27/5). Además el hijo de Bussi destacó a los legisladores Víctor Lossi y Juan Gutiérrez -señalados como el corazón y el cerebro de su padre en el este tucumano-; el concejal Javier Moroff -fue abogado defensor del genocida-, y los ex legisladores Carlos Canevaro, Ramón Sierra Morales, Gustavo Rojas y Mariano Poliche. “Alperovich sabe perfectamente quiénes son sus funcionarios, de dónde vienen y hacia dónde van”, ironizó Bussi (ídem).
En realidad, el gobierno de Alperovich es una cueva de elementos derechistas de todo color y pelaje. El gobierno ha impulsado la llegada de Juan Carlos Nacul como relator de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Nacul fue conocido en la provincia, no sólo por haber sido unos de los civiles destacados del levantamiento Carapintadas bajo la presidencia de Alfonsín, sino también por haber sido abogado defensor de Mario Oscar ‘Malevo’ Ferreyra, imputado por causas de lesa humanidad y condenado por fusilamiento de delincuentes.
Junto con Nacul, también han sido nombrado relatores en la Corte, Luis Acosta, defensor de Luis "el niño" Gómez (asesino del Cacique Chocobar, e integrante del grupo parapolicial Comando Atila que dirigía precisamente el ‘Malevo’ Ferreyra), y López de Zavalía, un abogado que tiene 50 causas contra los pueblos originarios de la provincia.
La nación sabe perfectamente lo que pasa en Tucumán; es decir, apaña a un gobernador que, a su vez, resguarda y da amparo a represores y a sus contactos.
El año pasado, el kirchnerismo envió el pliego de Nacul para que éste cubriera el cargo de juez federal N°2 de Jujuy. En esa oportunidad, ONG de Derechos Humanos impugnaron su nombre, alegando que fue funcionario de la dictadura, su conexión con el bussismo y su calidad de defensor del Malevo. Nacul, al final, optó por renunciar (La Gaceta, 27/5).
Todos estos hechos han merecido el repudio de Hijos de Tucumán, y el viernes una movilización de distintas comunidades Diaguitas se concentraron frente a los tribunales para repudiar estas designaciones.
La tríada Memoria, Verdad y Justicia sólo será satisfecha cuando todos los responsables del genocidio sean juzgados, condenados y cumplan su pena en cárcel común. Pero esto no sucederá bajo los gobiernos que mientras descuelgan el cuadro de Videla cobijan a sus cómplices militares y civiles.

Sebastián
@sumoralylamia

Llamamos a unificar la lucha docente-estudiantil y a movilizar el viernes 8 de junio desde las 9 hs. desde el Rectorado de la UNT a plaza Independencia

COMUNICADO DE PRENSA

Desde las agrupaciones que venimos luchando por una universidad pública, gratuita, científica e irrestricta, conformamos un espacio unitario en el Congreso de la FUT Federación Universitaria de Tucumán que se realizó el pasado 02 de junio, consagrándonos como tercera fuerza obteniendo la Secretaría General.

Desde esta secretaría nos manifestamos en apoyo a la lucha que están llevando adelante los docentes universitarios por la estabilidad laboral, por la carrera docente en todos los niveles y por la regularización de los docentes interinos en las facultades nombrados por concursos.

Llamamos a unificar la lucha docente-estudiantil y a movilizar el viernes 8 de junio desde las 9 hs. del Rectorado de la UNT a plaza Independencia.

Los estudiantes confluimos, con las siguientes reivindicaciones:
   · Mayor presupuesto educativo nacional.
   · Boleto estudiantil.
   · Comedor Universitario.
   · No a los aranceles, ni medidas limitacionistas. Basta de restricciones.
   · Rescisión del contrato entre UNT-YMAD-La Alumbrera.

UJS Unión de Juventudes por el Socialismo (LD Lista de Delegados - PUL Plenario Universitario de Lucha - UEICE) - ALDE - CEPA - LILLOIFULAZI - MST

martes, 5 de junio de 2012

Charla Debate: La crisis ¿Quién debe pagarla?


Los temas que se abordarán son:
¿Dolarización o pesificación?
YPF ¿Nacionalización o privatización?
Paritarias ¿Libres o con techo?
Reforma Constitucional ¿Reelección indefinida, sistema parlamentario o gobierno de los trabajadores?
¿Derechos humanos o Ley antiterrorista y Proyecto X?
¿Frente de izquierda o Frente amplio?

Aula 4 - Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT
25 de Mayo al 400 entre San Juan y Santiago