Los barrios de Las Talitas sufren las consecuencias de la desidia y el abandono de los gobiernos municipales y los gobiernos provinciales.
Calles rotas, aguas servidas como resultado de la inexistencia de un sistema de cloaca que desde hacen 20 años se promete en cada campaña electoral.
Los barrios de Las Talitas carecen de infraestructura de gas natural. El agua potable escasea todo los veranos. El sistema de alumbrado público es insignificante.
Las escuelas primarias y secundarias son insuficientes ante el crecimiento poblacional del municipio. Lo mismo ocurre con las guarderías.
El sistema de salud carece de capacidad para atender un municipio con varias de decenas de miles de habitantes, es necesario un hospital zonal.
El sistema de transporte es insuficiente tanto en líneas como en frecuencia.
La situación social es calamitosa. Varias fuentes de trabajo se cerraron o han procedido a despidos, como ocurrió con BGH. La construcción está paralizada. No hay obra pública municipal.
La cosecha del limón es una vía de escape temporario, de trabajo en negro y con sistema a destajo. Quienes trabajan en el limón en su mayoría carecen de obra social y de aporte previsional.
Numerosos vecinos de Las Talitas sobreviven como único ingreso de los planes sociales, que los condena a una vida de indigencia.
Los tarifazos han agravado las condiciones de vida de la mayoría. Incluso es la causa de los cierres de negocios, comercios y pequeños talleres, provocando el aumento del número de desocupados.
La inseguridad y el flagelo de la droga crecen al compás de la descomposición y el entrelazamiento de las fuerzas de seguridad, la justicia y los gobiernos con las mafias que explotan esos negocios. Por eso, las propuestas bussistas son puro humo y demagogia que solo conducen a un agravamiento del problema. Con trabajo, educación, con el fomento de la actividad cultural y deportiva, con sistema de salud que brinde atención gratuita a los adictos, son las medidas probadamente efectivas para enfrentar este problema.
Que todos estos padecimientos estén ocurriendo no es obra de la fatalidad, sino de las políticas nacionales, provinciales y municipales. Macri, Manzur y tutti cuanti han gobernado para engordar los bolsillos de las minorías de ricachones y explotadores que no dudan de sacar la plata del país, mientras el bolsillo del pueblo se empobrece y es condenado a la desocupación o a trabajos cada vez más precarios.
Nos dijeron que el FMI nos iba a salvar, y solo vemos como crece una deuda impagable y mayor sometimiento del país a los intereses de los capitales internacionales que se llevan los recursos del país. Por eso, no hay salida a la crisis nacional que parta de romper los acuerdos con el FMI y del desconocimiento, o sea el no pago de la deuda externa.
Frente a este panorama, las calles están llenas de carteles sin ninguna propuesta de salida a esta situación.
El FIT se presenta en este municipio.
Planteamos:
- Pase a planta permanente de todos los empleados transitorios y contratados de la municipalidad.
- Aumento salarial de acuerdo a la canasta familiar.
- Información y control popular de las finanzas de la municipalidad.
- Plan de obras públicas bajo administración (agua corriente, alumbrado, viviendas populares, etc.) en coordinación y control de las organizaciones sociales de la zona y centros vecinales que ocupen la mano de obra desocupada con salarios de convenios.
- Reclamar a la provincia retrotraer los valores del gas y la luz a noviembre del 2018 y su congelamiento.
- Subsidios para el pago de las tarifas y boleto gratuito para los desocupados y jubilados.
- Reclamar a la provincia la coparticipación de todos los ingresos brutos de la provincia.
Por todo esto el 9 de junio la salida de los que quieren vivir de su propio trabajo es el voto a la Lista 816, la lista del Frente de Izquierda y los Trabajadores.
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