sábado, 21 de septiembre de 2019

Juan Manzur: el padre de un pacto social contra los trabajadores

QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS Y NO EL PUEBLO TRABAJADOR

Declaración del Partido Obrero en el Frente de Izquierda-Unidad

Manzur: el padre de un pacto social contra los trabajadores

Hace pocos días Alberto Fernández, con Juan Manzur sentado a su lado, lanzó una advertencia desde Tucumán para todos los trabajadores y desocupados del país. “Evitemos estar en las calles…” dicho por el candidato que más posibilidades tiene de ser electo presidente el próximo 27 de octubre suena como una amenaza para todo el movimiento de lucha que se planta contra el ajuste lanzado por Macri y avalado por el PJ.

Pacto antiobrero
Lo cierto es que Manzur se ha colocado como el armador del pacto social que está pergeñando el kirchnerismo junto a los gobernadores del PJ. La semana pasada fueron invitados a Casa de Gobierno Héctor Daer de la CGT, Miguel Acevedo de la Unión Industrial y el virtual presidente. El pacto social que pretenden acordar a futuro tiene como piedra basal un acuerdo que cancelaría todo aumento salarial por 180 días y como contrapartida un congelamiento de precios. Este “congelamiento” ya hoy parece un verso, porque los empresarios han llevado el valor de los alimentos, transporte, combustibles y un largo etcétera a niveles que implican una caída de salarios real en más de un 30%. El apoyo conseguido por Fernández de parte de la burocracia y los empresarios se hace extensivo a las organizaciones piqueteras del Triunvirato de San Cayetano, que ya acordaron con el gobierno no salir a las calles y garantizar la “gobernabilidad”. En resumen un pacto entre la burocracia, los empresarios y los piqueteros conciliadores para no luchar por las apremiantes reivindicaciones de trabajadores ocupados y desocupados con la promesa de un incierto futuro mejor, que por supuesto nunca llega. Ni bien quedo sellado este pacto Manzur partió rumbo a Estados Unidos a ofrendar este acuerdo al gobierno yanqui.

Tucumán en la miseria
Los planes de Manzur y Fernández contrastan fuertemente con las necesidades de la clase obrera en un momento en que los precios crecen sin control y los despidos y cierres de fuentes de trabajo se cuentan por cientos. En nuestra provincia los ingenios Santa Bárbara y San Juan nunca iniciaron su molienda y en otras fábricas azucareras los atrasos salariales son moneda corriente. El gobernador participó con bombos y platillos de un encuentro internacional de empresarios del azúcar en Tucumán donde reclamó rebajas impositivas y aumento de precios para los derivados del azúcar, de los ingenios cerrados y salarios miserables no dijo una palabra. Los empresarios lo apoyaron para las elecciones, él les devuelve el favor.
La situación de los trabajadores de los supermercados Luque es cada más apremiante, hace más de un mes que la empresa dejó de operar produciendo un tendal de empleados sin trabajo y con deudas salariales y previsionales que nadie piensa en pagar. Al cierre de estas fuentes laborales se suman el parate de la construcción y los cotidianos despidos en el comercio.
La situación en la provincia es gravísima, la desocupación aumenta, la inflación (que este año rondará el 60%) se ha comido ya los aumentos de salario negociados en las últimas paritarias y la ayuda social no alcanza para paliar la difícil situación en los barrios. El gobierno provincial se ha negado a entregar el miserable bono de 5.000 pesos otorgado por Macri con la excusa de que no tiene fondos, la burocracia sindical lo dejó pasar sin pena ni gloria. Es el momento que los trabajadores exijamos una reapertura de paritarias, la duplicación de los montos de los planes sociales y una extensa ayuda social de emergencia para los comedores Si no salimos a las calles seremos nuevamente nosotros los que paguemos esta crisis armada por lo capitalistas. Es en este sentido que las organizaciones piqueteras y el sindicalismo combativo han dado importantes pasos de lucha. El reclamo de un paro de 36 horas sumado a las reivindicaciones de los desocupados fueron las banderas levantadas en el acampe que protagonizó el Polo Obrero, con el apoyo del Plenario Sindical Combativo, en todo el país y también en Tucumán. Una imponente acción nacional que desafía el ajuste de Macri, Manzur y Fernández – Fernández.

Paremos el ajuste de Macri, Manzur y el FMI
El pacto social antiobrero que están cocinando va de la mano de una nueva reforma jubilatoria y de una reforma laboral reclamada por todo el empresariado argentino. Pretenden descargar la crisis de un régimen tutelado por el FMI sobre las espaldas de los trabajadores. La tarea es organizarnos bajo nuestras propias banderas, necesitamos un congreso de base de trabajadores ocupados y desocupados para poner en pie a la clase obrera y abrir paso a una salida propia.
La campaña electoral del Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad adquiere en estas condiciones una importancia mayúscula. Nuestra campaña estará al servicio de impulsar las luchas de los trabajadores ocupados y desocupados contra el pacto social kirchnerista y su política de hambre. Entendemos que un voto al Frente de Izquierda refuerza un polo de lucha por la independencia política de los trabajadores y nos prepara para enfrentar un nuevo gobierno peronista – kirchnerista.

Contacto: Martín Correa 381 5197366


martes, 17 de septiembre de 2019

El jueves 19 de septiembre Vanina Biasi en Tucumán



Vanina Biasi, dirigente nacional del Partido Obrero y el Plenario de Trabajadoras, delegada de No-Docentes de Facultad de Ciencias Sociales UBA y luchadora por los derechos de las mujeres, viene a Tucumán en el marco de la convocatoria del 34 Encuentro Nacional de Mujeres y Disidencias, a realizarse próximamente en La Plata, a participar de la Charla Debate sobre "Separación Iglesia/Estado" a realizarse a partir de las 18 hs. en el Aula Billone de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, Centro Prebisch, Avda. Benjamín Aráoz 800.

Previamente, a las 13 hs. participará en Santa Bárbara del Almuerzo y Charla sobre "La lucha de la mujer trabajadora" con la Comisión de Mujeres del Ingenio Santa Bárbara en lucha contra el cierre del Ingenio.

En tanto a partir de las 10 hs. en el Bar 1812 del Hotel Premier, Crisóstomo Álvarez esquina 9 de Julio, brindará una Conferencia de Prensa.  



domingo, 15 de septiembre de 2019

En Defensa del Marxismo n° 53: el debate del XXVI Congreso del Partido Obrero

Por Juan García

La nueva edición de En defensa del marxismo, revista teórica del Partido Obrero, recoge una selección de los textos del debate que atravesó al XXVI Congreso del PO. Su salida, este miércoles 11, es una ocasión para recapitular políticamente las caracterizaciones en disputa, a la luz de la evolución posterior de los acontecimientos.
Bancarrota económica
Una característica de nuestro documento congresal fue desarrollar una caracterización correcta de la bancarrota económica. Señalamos, acertadamente, que el rescate del Fondo Monetario no era suficiente para cubrir los vencimientos de deuda durante este año, dado que el gobierno no contaba con los recursos necesarios para hacer frente a la renovación de las Letes y diferentes bonos. Las tendencias al default, de acuerdo al documento del XXVI Congreso, estaban inscriptas en un cuadro de una bancarrota económica de fondo, en el marco de la crisis mundial. Así como en el XXV congreso el documento congresal, con varios meses de anticipación, puso de manifiesto las tendencias a un acuerdo con el FMI como resultado de la insolvencia del gobierno y de la necesidad de rescatar a los acreedores privados, en el congreso de este año las tendencias al default fueron correctamente establecidas.
En la previa del debate congresal, el grupo de Altamira caracterizó que la dirección del Partido Obrero había “abandonado el catastrofismo” porque algunos compañeros pusieron en debate la idea de Altamira de que la burguesía había perdido la iniciativa estratégica en Latinoamérica, que habría pasado potencialmente a manos de la izquierda revolucionaria. El balance de los planteos del XXVI Congreso arroja el resultado contrario: la caracterización de las tendencias a la bancarrota capitalista estuvo plenamente presente en el Congreso, como base para una política revolucionaria.
Ofensiva y recambio patronal
A partir de aquí, las divergencias que puso de manifiesto el debate congresal se concentraron en la caracterización política y  las tareas de la etapa. En la caracterización del XXVI congreso pusimos de manifiesto que se estaba procesando un recambio político del macrismo por la vía electoral. Resaltamos el valor para la burguesía del operativo de contención política de parte del peronismo y la oposición patronal, para evitar una irrupción del movimiento obrero y popular en el marco de la crisis. Mostramos que las ilusiones en un recambio pejotista kirchnerista del macrismo eran un factor de bloqueo de las tendencias a la lucha. Y destacamos la necesidad de enfrentar la política de la burocracia sindical y el triunvirato piquetero, para enfrentar en la calle y derrotar la política de Macri.
El grupo de Altamira atacó violentamente estas caracterizaciones. Atacó la idea de una contención política sosteniendo que el peronismo-kirchnerismo estaba en “retroceso”; y desistió de entrada de analizar las tendencias en el movimiento obrero y popular, para evitar poner de manifiesto nuestra lucha política, en todos los frentes, contra la política de contención del peronismo y la burocracia. Por medio de este método, llegó a la conclusión de que la consigna debía ser “Fuera Macri, Asamblea Constituyente” y que la lucha política contra la influencia del nacionalismo en las masas no estaba planteada.  Atacó por “electoralista” a la mayoría del Partido Obrero, por defender una línea independiente del nacionalismo.
La ignorancia del peso del nacionalismo en el movimiento popular llevó a Altamira a despistes monstruosos, como plantear que la no aprobación del proyecto del aborto legal podría abrir una situación prerrevolucionaria (!!!) o que el movimiento de mujeres había superado las expectativas en el parlamento luego de la votación en el Senado.
Con el argumento de la “disgregación” del proceso electoral, y el retroceso del kirchnerismo, el grupo de Altamira eludió en forma concreta la lucha política contra el nacionalismo durante todo el período previo a las elecciones, y, en sus consignas, en las elecciones mismas. Cuando abandonó la consigna “Fuera Macri, Asamblea Constituyente”, fue para reemplazarla por “Fuera el FMI”, un mal sustituto para la consigna del PO que fue “Fuera el régimen del FMI” atacando el recambio pejotista por su carácter fondomonetarista. En un recalculando de GPS, caracterizó la polarización electoral (luego del congreso) como una pelea entre “resucitados”.
Mientras sus seguidores planteaban organizar la rebelión popular, aunque ignorando la crítica a quienes trabajaban para bloquear esa rebelión, Altamira atacó todos los esfuerzos reales que realizó el Partido Obrero por superar en la lucha el bloqueo y la contención de la burocracia, tanto a través del Polo Obrero, al que se refirió siempre como si fuera un grupo asistencial, ignorando el rol de primer orden que está jugando en la lucha de clases de nuestro país en toda la etapa política, como a través del Plenario Sindical Combativo, que desestimó como un acuerdo de “tendencias de la izquierda”.
Consignas transicionales y el problema del poder
La defensa de la consigna “Fuera Macri, Constituyente” venía atada a la caracterización de una “crisis de régimen” y la necesidad de defender una alternativa “de poder”. Pero, en los hechos, mientras este debate se llevaba adelante, se desenvolvía la campaña electoral. En nombre de la crisis, se llamaba a no intervenir en esta campaña, no designar candidatos, demorar la intervención del Partido Obrero y los acuerdos del Frente de Izquierda.
Las elecciones vinieron a poner las cosas en su lugar, porque no hay una perspectiva de poder para la izquierda si no desarrollamos a fondo un debate y una delimitación política, no solamente con el macrismo, sino fundamentalmente con el PJ y el nacionalismo, que concentran una expectativa de salida a la crisis para las masas. El XXVI Congreso valoró esta situación y desarrolló las consignas políticas de la etapa teniendo en cuenta esta perspectiva.
El debate sobre el planteo “de poder” llevó a abandonar, en los hechos, el Programa de Transición, reemplazándolo por un razonamiento propagandístico. Porque donde el Programa de Transición plantea vincular los reclamos elementales de las masas a las transformaciones de fondo bajo la dirección de la clase obrera, el grupo de Altamira desarrolló la tesis de las consignas de poder “en estado puro” (la Constituyente), rechazando el valor de las consignas de transición. En este punto, el razonamiento se vinculaba al del grupo del boliviano Guillermo Lora, aunque reemplazando el planteamiento de la dictadura del proletariado por el de la Constituyente.
Rupturismo y después
Estos debates de consignas, métodos y planteos, con toda la importancia política, no constituían el fundamento para una ruptura. La ruptura del Partido Obrero representa un golpe a la izquierda revolucionaria en la Argentina y en el mundo, como se ha expresado en el interés y la preocupación que este proceso ha despertado en compañeros de muchísimos países. Sin embargo, luego del Congreso, Altamira y su grupo organizaron una dirección y un congreso clandestino, con el propósito de conformar una “tendencia pública” que nunca fue más que una mascarada para una ruptura abierta. El rechazo de su grupo de discutir en los términos del armisticio de Atenas, un intento de las organizaciones internacionales vinculadas a la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional de evitar una ruptura, puso de manifiesto la determinación de esta intención rupturista.
El otro elemento que demuestra el rupturismo sin principios son los virajes de consignas de la mano de la evolución de la situación política. Antes de las PASO, Altamira abandonó el planteo de Fuera Macri, que era obviamente un llamado a votar a Fernández. Luego, abandonó la Constituyente, reemplazando la agitación por la de la huelga general. El reemplazo de consigna muestra por otro lado una continuidad del método, porque se esgrime ahora la huelga general con el mismo método ultimatista y por fuera de la lucha política concreta en cada fase, que antes tenía la Constituyente. Por lo tanto, se coloca la consigna como una consigna propagandística. Como antes, está ausente en los planteamientos de la tendencia la lucha política y programática con el peronismo. No es para menos, cuando se caracteriza el triunfo de Alberto Fernández como un avance en la lucha antiimperialista en Latinoamérica.
El valor del XXVI Congreso
El santo y seña del rupturismo posterior al XXVI Congreso fue la denuncia del mismo como “amañado”, como un congreso donde “no se pudo discutir”. La publicación de los textos de un amplio período de tiempo de debate congresal da cuenta de lo contrario: no solo que se discutió ampliamente, sino que un elemento importante en las polémicas fue la defensa del debate colectivo frente a la idea de una personalidad iluminada (hombre – programa) capaz de ponerse por sobre la militancia del Partido.
La publicación busca clarificar también este ataque al Congreso del Partido Obrero, de aquellos que participaron del mismo sin objetar su representatividad, para hacerlo posteriormente en los medios de comunicación. Y muestra, también, que los debates entroncan con los debates estratégicos de la izquierda argentina, sobre cómo desarrollar una perspectiva socialista frente a la bancarrota capitalista, por un lado, y al nacionalismo burgués, por el otro.

domingo, 8 de septiembre de 2019

30° Congreso de la Sociedad Internacional de la Caña de Azúcar, una reunión de empresarios, industriales y lobistas

Cual es el estado de la industria del azúcar y sus trabajadores
Por Martín CorreaJosé Luis Toro


Durante estos días finalizó en Tucumán la XXX edición de un congreso que reúne a empresarios, grandes cañeros e industriales ligados al negocio del azúcar a nivel mundial. Delegaciones de más de 50 países se encontraron en la provincia para discutir sobre el tema y analizar a dónde va el negocio azucarero en el país y en el mundo.

El evento tuvo lugar en las nuevas instalaciones de la Sociedad Rural de Tucumán, un gigantesco predio que fue financiado por la provincia y, que según fuentes oficiales, costó más de 50 millones de pesos, dinero de la provincia regalado al empresariado rural.

Durante la semana en que duró el congreso en la provincia se sucedieron dos días seguidos de corte el puente Lucas Córdoba que une la ciudad con la localidad de Banda del Río Salí por parte de los trabajadores del Ingenio San Juan que haces dos meses no cobran y cuyo inicio de zafra es cada vez más improbable. En Plaza Independencia y en los alrededores del evento el día miércoles confluyeron miles de piqueteros reclamando el aumento de los programas sociales y asistencia a los comedores y merenderos a donde asisten los miles de nuevos desocupados que dejan las políticas del gobierno nacional y que Juan Manzur replica obedientemente en la provincia. El contraste no podía ser mayor.

Biocombustibles, una salida patronal a la crisis

El tema central del congreso fue el negocio de los biocombustibles y sobre esto se refirieron tanto Manzur como Gerardo Morales en sus discurso de apertura. Ambos gobernadores entienden perfectamente que el negocio del azúcar, como producto primario, viene con una rentabilidad a la baja y se hacen eco de las patronales que los sostienen, política y económicamente, reclamando mejores condiciones para el sector alcoholero. Manzur aprovecho la tribuna para darle continuidad a su proyecto de echar a Macri de la mano de los Fernández y se despachó con un símil del reclamo de los capitalistas locales: “Resulta que el bioetanol no tiene precio, y ahora quieren compensar a las petroleras porque le congelaron (la cotización a) las naftas. ¿Y nosotros? ¿Y el norte argentino? ¿Y nuestros ingenios? El propio Presidente los hizo invertir, los hizo tomar créditos, hacer calderas, y ahora no tenemos precio (para el bioetanol)". Las patronales azucareras de Tucumán que hace un par de años llevaban a Macri a pasear por sus ingenios en las últimas elecciones le dieron la espalda, apoyaron a Manzur y este se muestra como un fiel lobista de sus intereses.

Los industriales y grandes cañeros de la provincia no se han cansado de decir en los últimos años que estamos en medio de una crisis de la industria del azúcar. Se quejan de las altas tasa de interés y reclaman que se equiparen los aumentos dados a las naftas con los que reciben los derivados de la caña de azúcar. Lo cierto es que Macri les aumentó el corte de alcohol en las naftas al poco de iniciar su mandato pero el precio está congelado desde hace varios meses. El lobby de las petroleras puedo más que el de los empresarios del norte sumado a que el gobierno no ha querido otorgar más aumento por que estos se trasladan al precio de los combustibles y la población argentina (ni un gobierno en decadencia) no tolera más aumentos en las naftas.

Una parcial reconversión ya se ha procesado en el Ingenio Ledesma, lo cual ha redundado en despidos y ataques en las condiciones laborales de sus trabajadores. Queda en evidencia el que la reconversión no es una salida para los obreros.

Lo cierto es que en cada situación de “crisis” los industriales trataron de descargarla sobre las espaldas de los trabajadores, haciendo todos los esfuerzos para que estas crisis la paguen los obreros y no ellos mismos que son los responsables. La situación de los ingenios San Isidro y la Esperanza en el norte sumados la parálisis del San Juan y el Santa Bárbara son una muestra concreta de como los empresarios pretenden pasar este mal trance, convenios flexibilizados, salarios de hambre, tercerizaciones, despidos y cierres de fábrica. Aquí la clásica receta patronal en épocas de vacas flacas.

Como se ve, bajo la dirección de las patronales azucareras y el gobierno, cualquier diversificación o reconversión esta destinada al fracaso más rotundo. Un escenario de ese tipo solo redundaría en concentración de la producción en menos manos el final de los pequeños cañeros, cierres y salarios a la baja.

La situación de los trabajadores

La paritaria de esta zafra pasada fue cerrada por ambos sindicatos en un 35% y sin ninguna cláusula gatillo. En ese momento ya se advertía que la inflación del año 2019 sería muy superior a los aumentos salariales otorgados. La inflación de este año no bajara del 50%, una perdida para los trabajadores del 15% que las burocracias callan.

A la pérdida del poder adquisitivo del salario debemos sumarle la creciente precarización laboral. En años pasados en varios ingenios se trabajaba “año corrido”, hoy por hoy la mayoría de los industriales ha optado por enviar a todo el personal temporario a su casa durante largos meses sin salario alguno. Lo que antes era un excepción, hoy es la norma en los ingenios, la contratación de personal temporario en desmedro de los permanentes, un avance claro de la precarización laboral. Por otro lado también se han dejado de lado las reparaciones integrales en las fábricas por parches eventuales que finalmente llevan a un cumulo de accidentes. La precarización laboral se ha convertido en la norma en nuestro país, ritmos de producción cada vez más altos, trabajos precarios o directamente en negro, condiciones laborales con bajos niveles de seguridad o higiene, tercerizaciones y despidos al por mayor. Se trata de una verdadera sangría a los trabajadores que no parara a menos que los mismos trabajadores le pongan un freno. Las enormes luchas del Ingenio San juan y del Santa Bárbara han sido saboteadas una y otra vez por la burocracia sindical de Fotia, pero de ninguna manera han sido derrotadas, los trabajadores que son plenamente conscientes de la necesidad de defender los puestos de trabajo

La burocracia sindical, tanto de Fotia como de Feia, han jugado un papel de contención y regimentación entre los trabajadores azucareros. El hecho de que Roberto Palina sea el mandamás en Fotia y el Secretario de Trabajo de la provincia pone de manifiesto el profundo entrelazamiento entre el gobierno y la directiva del sindicato. Palina fue participe y armador de las listas del PJ en la provincia. El rol que jugo la burocracia en los últimos conflictos los delata frente a los trabajadores y pone de manifiesto la necesidad de luchar por recuperar los sindicatos.  No hay independencia de los trabajadores para luchar por sus reivindicaciones de la mano de burócratas asociados a un gobierno al servicio de las patronales negreras.

Congreso mundial patronal o congreso obrero

Los obreros y empleados tucumanos de la industria azucarera deben tomar nota de la grave situación que estamos atravesando. Hay que desarrollar un plan lucha para conquistar todas nuestras reivindicaciones. Este plan de lucha tiene que comenzar con un congreso de delegados de base todos los ingenios para discutir como terminar con la precarización laboral, por el pase a planta permanente de todos los contratados y tercerizados, un salario mínimo igual a la canasta familiar y la inmediata puesta en marcha del San Juan y el Santa Bárbara. Lógicamente estos planteos no pueden quedar al margen de la pelea más general para romper la tregua de la CGT y las CTAs con el gobierno y exigir un paro de 36 hs en el camino de la huelga general para quebrar el ajuste e imponer una salida favorable a los trabajadores.

Publicado en Prensa Obrera:
https://prensaobrera.com/politicas/65495-30-congreso-de-la-sociedad-internacional-de-la-cana-de-azucar-una-reunion-de-empresarios-industriales-y-lobistas