La catástrofe y sus responsables políticos

La catástrofe que están sufriendo miles de familias a raíz de las inundaciones, tiene como primera causa, reconocida hasta por funcionarios oficiales, la destrucción de los bosques para ampliar el radio de acción de la soja y otros cultivos.

Esto y la ausencia de obras, o de obras que las aguas han puesto en evidencia que están mal realizadas y no estuvieron concebidas para soportar ninguna alteración climática, como lo demuestra la caída, en dominó, de puentes en toda la geografía provincial.

Las victimas son los más pobres, los que pueblan la periferia de la capital y localidades del interior que han perdido, en muchos casos, todos sus bienes.

Hasta ahora el gobierno y sus punteros han querido actuar como si estuvieran en campaña electoral, llevando algún colchón y bolsones.

Se burlan de la gente.

El problema requiere medidas drásticas para resarcir todas las pérdidas sufridas por los pobladores y un plan de reconstrucción de viviendas y de obras que, efectivamente, sirvan para este tipo de eventualidades.

Los fondos deben surgir de un impuesto extraordinario a los grupos sojeros, grandes cañeros, citrícolas y a los grandes grupos inmobiliarios, que son quienes se han beneficiaron con la política actual, contraria a los intereses populares.

El Partido Obrero llama a todos los trabajadores y vecinos a  reunirse en asambleas para votar el control de la ayuda que llegue y no permitir que los punteros la distribuyan en función de intereses electorales, y votar medidas para que se adopten medidas de fondo a costa de los terratenientes y los poderosos de la provincia.