El gobernador ha salido a sugerir que las familias no compren carne como forma de enfrentar la suba de su precio, pero ocurre que todos los otros alimentos también están aumentando. Que nos va a proponer entonces el gobernador, ¿un ayuno general, nacional y popular?.
El gobernador declaró que la devaluación sería beneficiosa para Tucumán, pero ahora nos invita a dejar de comer carne. En lugar de promover la abstinencia alimenticia José Alperovich debería preocuparse por elevar el nivel salarial de los trabajadores tucumanos, que está entre los peores del país. Esta medida sí sería beneficiosa para el pueblo tucumano porque le permitiría comer carne, frutas y verduras, poder viajar, o sea mejorar las condiciones de vida de quienes viven de su propio trabajo.
Pero la orientación del gobierno es intransigente con los reclamos salariales, hasta el punto de comparar la lucha docente con la revuelta de la policía en diciembre último, lo que es un desatino por donde se la mire, entre otras cosas, porque a la policía le otorgó el reclamo de aumento, mientras a la docencia se lo niega.
El Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, denuncia la política de ajuste contra el pueblo, declara su solidaridad con las luchas en curso de distintos sectores de trabajadores y exige la inmediata apertura de paritarias con delegados electos libremente, por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, contra toda forma de precarización laboral, por el 82% para los jubilados, y le reclama a los sindicatos y centrales sindicales un congreso de base para resolver una lucha de conjunto para que la crisis la paguen sus responsables.
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