El nombramiento de dos nuevos funcionarios K en el gabinete del actual Rector Juan Cerisola constituye una gravísima violación a la autonomía universitaria.
Explotando los apremios presupuestarios, el gobierno nacional está usando como moneda de cambio, el auxilio financiero para imponer el nombramiento de sus funcionarios adictos, y avanzar así, desde arriba, en una política de copamiento institucional, que luego avanzará naturalmente sobre los consejos directivo de facultades y los centros estudiantiles. Es necesario recordar que en las recientes elecciones estudiantiles las expresiones K obtuvieron resultados irrelevantes. Sus avances por arriba no son para resolver ningún problema universitario sino para instalar un aparato político de defensa de la política antieducativa del gobierno nacional.
Desde el Partido Obrero denunciamos la complicidad del actual rector y su camarilla, que de esta manera pueden seguir ocultando el desmanejo presupuestario, máxime teniendo en cuenta que en la Universidad Nacional de Tucumán hay una cuenta de fondos, que ingresan por regalías y beneficios mineros, que son secretos de estado.
Desde el Partido Obrero, ante el desgobierno universitario y en defensa de la autonomía universitaria, planteamos la necesidad de que se convoque a una asamblea auténticamente general universitaria, o sea con la presencia masiva de todos los estudiantes y docentes para decidir la apertura de las cuentas de la UNT para investigar las mismas y para que, de ahora en mas, sean controladas por la comunidad universitaria y usadas en función de resolver las demandas de la docencia y de los estudiantes.
Desde el Partido Obrero llamamos a la Federación Universitaria de Tucumán y a los centros estudiantiles, a ADIUNT y a los consejos directivos a pronunciarse y, en conjunto, convocar a la asamblea general universitaria.
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