El gobierno desplegó hoy la guardia de infantería en la Caja Popular. Es la misma infantería que el jueves pasado liberó la zona para que patoteros a sueldo, que salieron desde adentro de la Casa de Gobierno y se movilizaron luego en autos sin patente, atacaran a los trabajadores despedidos. Es la misma infantería que luego resguardó a Cortalezzi para que éste profiriera amenazas y provocaciones contra los trabajadores que pedían la reincorporación.
Por lo tanto, el despliegue de efectivos adicionales de infantería no viene a “garantizar seguridad”. Por el contrario, anuncia que Alperovich tomó la decisión de profundizar la política de patoterismo con Cortalezzi y sus secuaces. No se trata de una “disputa personal” entre Cortalezzi y los directivos de La Bancaria: Alperovich combina patotas y represión, al mejor estilo de López Rega, para defender una política de saqueo y corrupción.
Hay dos cuestiones centrales: por un lado, los fondos de la caja, $ 172 millones de los que se ha apoderado Alperovich. Por otro, y quizá hasta más importante: la intervención de la Caja sirve para proteger a los amigos del poder que lucran con el negocio turbio del juego. Junto al negocio del juego crecen todo tipo de redes ilegales y operaciones oscuras: lavado de dinero, trata de personas, narcotráfico, fraudes financieros, etc. Es decir que la Intervención alperovichista de la Caja es una piedra de sostenimiento del régimen político responsable de la desaparición de Marita Verón, del asesinato de Paulina Lebbos y de la impunidad que reina en la provincia, y que viene siendo repudiada masivamente por los tucumanos.
Exigimos la inmediata devolución de los $ 172 millones, la reincorporación de los despedidos, el cese de los traslados, el reintegro de los rotados y el pase a planta de los contratados. Apertura pública de las cuentas y convenios de la Caja Popular de Ahorros, bajo control de los trabajadores.Fuera la Intervención, sus patotas y la infantería.
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