El 26 de febrero, al cumplirse 7 años del crimen de Paulina Lebbos, se ha convocado a una gran concentración en Plaza Independencia para reclamar que se termine la impunidad, que se esclarezca el crimen y haya castigo a los culpables. En diciembre del 2012, miles fueron también a la plaza a repudiar el fallo absolutorio a todos los imputados por la desaparición de Marita Verón.
El pueblo tucumano, va tomando conciencia que el gobernador es el responsable de un régimen político de impunidad, cuyos funcionarios, jueces y policías están entrelazados con las mafias que organizan las redes de trata de personas, el narcotráfico y se enriquecen malversando los fondos públicos. La corrupción es política de estado.
El descontento popular no es solo por la impunidad existente. A los jubilados no se les quiere reconocer el 82% móvil, a los trabajadores se los quiere conformar con aumentos por debajo del 20% cuando los legisladores oficialistas y de la oposición se subieron un 36% el llamado gasto social. Así, los representantes del pueblo ganan entre 50 y 100 mil pesos, mientras el promedio salarial en la provincia apenas supera los 3.000 pesos, menos de la mitad de la canasta familiar. La inmensa mayoría de los “sin techo” no puede acceder a una vivienda mientras crece la especulación inmobiliaria. Miles de tucumanos siguen sin acceder en forma permanente al servicio de agua potable.
Una crisis de conjunto
El agravamiento de la crisis social viene de la mano del agravamiento de la crisis económica. La crisis fiscal está empantanando diversos emprendimientos. El gobierno no puede pagar la deuda pública dolarizada, por eso ha tenido que saquear la Caja Popular, porque como la provincia esta quebrada no puede acceder al mercado de crédito. Por eso mismo ha aumentado la cuota del Subsidio de Salud, no para mejorar los servicios, sino para tener una nueva CAJA en la que meter manos.
Como si esto fuera poco, la producción azucarera enfrenta una crisis de magnitud, donde oligarcas, cañeros y la burocracia de la FOTIA han cerrado filas con el gobierno para impulsar una política para aumentar el precio del azúcar que van a pagar los trabajadores y cuyos beneficios van a embolsar los empresarios.
La profundidad de la crisis también se manifiesta en el acelerado proceso de descomposición política. Alperovich es cada vez mas rehén de los fondos del gobierno nacional, que cada vez mas dicta la política local, es quien va a diseñar las próximas listas de candidatos, ha designado un supervisor legal para seguir el caso Lebbos, la tiene a Susana Trimarco como una virtual gobernadora en la sombra que releva a funcionarios que eran de confianza del gobernador. El internismo ahora es un factor de crisis y conflictos, que como en Bella Vista terminó con el edificio Municipal incendiado.
La Mesa del Diálogo, una salida por derecha
Frente a este escenario está la denominada Mesa del Diálogo, una coalición timoneado por la UCR junto con el PRO, el FAP, la DC, la CC y Libres del Sur. O sea un rejunte sin principios que une a Bussistas, radicales y “piqueteros”. Este frente ha anunciado una campaña contra la impunidad y quiere aprovechar el caso de Paulina, pero desde el año 2006 se han realizado 352 marchas (todos los martes) reclamando JUSTICIA y CONTRA LA IMPUNIDAD y la mayoría de estas organizaciones nunca han participado. Dicen que van a luchar contra la impunidad y acaban de votar, junto a los legisladores alperovichistas, el aumento de las dietas por gasto social en un 36%. Esta gente dice luchar contra la impunidad y esta llena de bussistas que han procurado, por todos los medios, la mayor impunidad para el genocida Bussi y los crímenes que se cometieron en esa época.
La CGT moyanista y la CTA michelista han formado un llamado Frente Intersindical pero van de furgón de cola de la “Mesa de Diálogo”. ¿Puede darse una salida detrás de un frente político que es partidario del ajuste y que está reclamando una megadevaluación? Este frente quiere volver a la época de la Alianza con De la Rúa, una experiencia fracasada donde toda su política se orientó a descargar la crisis sobre los trabajadores y las clases medias. Llamamos a la Intersindical a romper con estos sectores y a impulsar un congreso de bases de los sindicatos y organizaciones populares para resolver una acción independiente en defensa de los reclamos de los trabajadores.
Vamos por una salida de izquierda. Por un Frente de Izquierda y los Trabajadores
Una crisis de conjunto requiere una salida de conjunto. No se trata de cambiar de collar, es necesario que la crisis la paguen los responsables. Desde el Partido Obrero llamamos a organizar y rodear de solidaridad todos los reclamos obreros y populares y, en ese marco, llamamos a las organizaciones de izquierda, a las organizaciones combativas comprometidas con los intereses populares, y a todos los luchadores, a un proceso de deliberación que culmine en la puesta en pie de un gran Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Con esta perspectiva, desde el Partido Obrero llamamos a marchar con una gran columna de la izquierda y los sectores combativos con las banderas de:
- Por Marita, por Paulina y por todos los casos impunes: basta de impunidad. Elección popular de los jueces. Desmantelamiento del aparato represivo y de las redes de trata.
- No a los ajustes. Satisfacción a los reclamos de los jubilados, la docencia, los sin techo y todos los reclamos obreros y populares pendientes.
- Ninguna nueva reelección. Fuera Alperovich.
El Martes 26 de febrero, concentramos con otras organizaciones de izquierda y luchadoras a las 19 hs. en Plaza Yrigoyen para desde allí marchar a Plaza Independencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario