El "congelamiento" se produce luego de la escalada infernal de precios en enero. Los supermercados condicionaron el acuerdo a que “los proveedores no les aumenten los precios”.
Los súper ya tomaron sus recaudos: dejaron en suspenso promociones y descuentos. El “acuerdo” es una pantalla para forzar a los sindicatos a pactar aumentos salariales por debajo de la tasa de inflación.
Lo que quedará efectivamente congelado es el poder adquisitivo del salario en los niveles del año pasado. Los K quieren ‘congelar’ una inflación que, sin embargo, no reconocen.
Los dirigentes de la CTA y CGT opositoras han denunciado que estamos ante una maniobra contra las paritarias, pero solo convocan a una ‘marcha’ a mediados de marzo y no a un plan de lucha.
Es necesario un plan efectivo contra la carestía. En primer lugar, cesar el pago de la deuda externa usuraria y nacionalizar los servicios públicos, para que cese la malversación de los subsidios por parte de los concesionarios. Derogación de los impuestazos y tarifazos. Que se abran los libros de todas las grandes empresas y se establezca un control obrero de sus operaciones. Abajo el impuesto al salario. 82% móvil, por paritarias libres. Que se convoquen a asambleas en sindicatos y empresas para organizar la intervención de los trabajadores.
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