domingo, 17 de julio de 2011

“La patota sindical se incrementó con el kirchnerismo”

ECOS DE UN ASESINATO POLITICO
“La patota sindical se incrementó con el kirchnerismo”

Diego Rojas, autor del libro “Quién mató a Mariano Ferreya”, señaló que el Gobierno no demuestra una actitud para desprenderse de las añejas estructuras sindicales. Juventud K en la mira.

16/07/2011 "El asesinato de Mariano Ferreyra no fue una excepción sino que formó parte de la tercerización de las patotas sindicales como método generalizado e incrementado a partir de los gobiernos kirchneristas, quien dice no usar el aparato represivo del estado para reprimir la protesta social, pero, por el contrario, apela a las patotas con ese mismo objetivo".

De esta forma se refirió Diego Rojas, autor del libro "Quien mató a Mariano Ferreyra", para explicar la relación existente entre el Estado y la denominada "burocracia sindical". El libro, presentado días atrás en Tucumán, se basa en una investigación periodística que intenta dilucidar cuáles fueron las razones que llevaron a cometer este crimen (sindicado como político) contra el joven militante del Partido Obrero, ocurrido en octubre de 2010.
Por este hecho, el líder histórico de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, se encuentra detenido, acusado de ser instigador del asesinato. Rojas, en una entrevista con EL SIGLO, indicó que "el Gobierno impulsó, apañó y se asoció con este tipo de sindicalismo, lo que demuestra la clara decisión de no romper con los viejos gerontes, lo que impulsa aún más este tipo de expresiones violentas".
El autor plantea a su vez, el surgimiento de un nuevo momento sindical que arribó a partir de la mano de la reactivación económica de 2003 donde, según su apreciación, camadas de desocupados ingresaron a puestos de trabajo y se formaron en la lucha por reivindicar sus derechos sociales y laborales.
Consideró también que el kirchnerismo es el resultado de ese proceso: "asumió como un gobierno progresista, popular, de transformaciones y cambios, pero hay un sector importante de la sociedad que prefiere confrontar ese relato de lo verdadero con la realidad". Sin embargo, Rojas resalta una crítica a los jóvenes que apoyan este modelo al indicar que "es una forma de pensar la política que apunta a encontrar una pared, lo triste es que en este ímpetu político de la juventud, la militancia atraviesa la existencia de personas, si tenés una experiencia militante de esta naturaleza, probablemente haya después un desencanto con la política".
En este sentido, apuntó que dicha "distancia entre la realidad y el discurso kirchnerista es una contradicción irresoluble que algún momento va a estallar, y no de buena forma".
Al resaltar la imposibilidad de lograr la separación entre el Ejecutivo nacional y el esquema sindical enquistado desde hace décadas en la vida institucional, más allá de las nuevas generaciones que incluye en su gestión, Rojas asegura que "hoy se apuesta a la construcción de un cristinismo puro pero que no tiene lazos que la vinculen con una base social estructurada. La Cámpora es un núcleo de gente joven pero de funcionarios, no tiene una real base que lo pueda llegar a sustentar".
"Es una forma de colocarse frente al espectro político actual y de allí en adelante verá como negocia las cosas. Habrá que ver si está en condiciones o si es su intención romper con el sindicalismo. Pero, ante una sola amenaza de (Hugo) Moyano, el Gobierno tiende a recular de una manera impresionante", destacó el escritor.

Publicado en Diario El Siglo: http://www.elsigloweb.com/nota.php?id=73747


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