domingo, 7 de septiembre de 2008

Ante el debate sobre la reglamentación de la prostitución y su ejercicio en "zonas rojas".

Rechazamos la prostitución o mercantilización del cuerpo de hombres, mujeres y niños como la confesión de un sistema económico que ha desarrollado las condiciones para crear la abundancia pero lleva a miles de personas a vender su cuerpo para sobrevivir.

Rechazamos el concepto que es un trabajo, porque absuelve a los proxenetas y traficantes, como "industriales" en esta mal llamada "industria del sexo". En Alemania y Holanda donde se la ha reglamentado como un trabajo, aumentó en un 25 %, siendo la meca para los traficantes de mujeres y niños de América, Europa del Este y África.

Consecuentemente rechazamos los proyectos de leyes y ordenanzas reglamentristas y sanitaristas que buscan en primer lugar defender al "cliente" del HIV y enfermedades de transmisión sexual, ¿y quién defiende a las mujeres, jóvenes y niños en situación de prostitución, de las enfermedades de los "clientes", así como de los golpes y torturas a las que los someten?.

Rechazamos la persecución y detención de personas en situación de prostitución y exigimos la persecución y cárcel para proxenetas y tratantes por ejercer el esclavismo y tráfico de personas.

Denunciamos que las fuerzas policiales actúan como protección y por lo tanto cómplices de proxenetas y redes de tráfico de personas, conformando junto con la protección del juego ilegal y las redes de narcotráfico, la caja negra de los aparatos de seguridad. Denunciamos la persecución, tortura y maltrato que ejercen sobre las personas en situación de prostitución, hechos ampliamente denunciados por éstas últimas. Exigimos la cárcel para los efectivos que se amparan en la impunidad que les otorga estar armados.

Las empresas turísticas y hoteleras han convertido ciudades como Buenos Aires en un prostíbulo cuyas víctimas principales son miles de criaturas. La ciudad "es una de las nuevas mecas mundiales del turismo sexual infantil con un 'ejército' de aproximadamente 5.000 niños utilizados como 'carnada' para visitantes ávidos de aventuras" (Diario Popular, 13/7). El arco va de los 8 a los 17 años, si bien los más buscados son nenas de no más de 8 y varones menores de 12. "Los obligan a prostituirse bandas que ofrecen a los turistas impunidad y seguridad a bajo costo" (Crítica, 13/7). Además del sector turístico y hotelero, del tráfico para explotación sexual participan empresas de remises y taxis, y "respetables" agencias de viajes. Ese nivel de lucro -obtenido en gran parte sobre el cuerpo violentado de nuestros chicos-- explica que la explotación sexual y la trata de personas inunden el país.

¿Qué cantidad de dinero de la trata y el turismo sexual ingresará a las arcas negras de la política? ¿Qué investigaciones, cuántas detenciones se han realizado en Salta y en el país sobre las denuncias relacionadas con estos temas?

Llamamos a las organizaciones políticas, gremiales y estudiantiles a poner en pie un gran movimiento de lucha contra la trata de personas para que sea considerada un delito de lesa humanidad y que no prescriba.

Contra esta lacra del capitalismo, que mueve miles de millones de dólares anuales, después de la droga y la venta de armas, luchamos por el pleno empleo y salarios igual al costo de la canasta familiar.



Cristina Foffani, Concejal, Partido Obrero Salta: http://prensapo.blogspot.com/