El presidente Alberto Fernández arriba a Tucumán nuevamente cargado de promesas que finalmente nunca se cumplen.
Fernández dice que este viernes comenzaría lo que fue en realidad una de sus ejes centrales de campaña en 2019, prometiendo hacerle frente a la carestía y prometiendo “la vuelta del asado”, cosa que, por supuesto nunca ocurrió. La carne fue uno de ellos productos que mas aumento en los últimos 24 meses.
Por más que Fernández prometa el inicio de una guerra, apenas se compromete a marcar el paso en el mismo lugar. Hasta el momento, las “batallas” anteriormente libradas fueron políticas de control de precios que demostraron su absoluta ineficiencia. Roberto Feletti asumió en la Subsecretaría de Comercio después del revés electoral del gobierno en las PASO prometiendo poner un coto a las remarcaciones, pero en seis meses la inflación registrada fue del 19,8% y todavía superior en alimentos.
El argumento de que la disparada del precio internacional del trigo y el maíz es por la guerra en Ucrania solo encubre los verdaderos motivos de los aumentos en las góndolas, porque Argentina no importa estos alimentos, sino que los exporta. Que las commodities impacten en los precios locales revela a un país cuyo complejo agroexportador amasa fortunas en el mercado internacional, mientras las familias trabajadoras tienen cada vez menos posibilidad de costearse el pan.
No existe ninguna posibilidad de una “guerra contra la inflación” sin un plan integral que tenga presente la nacionalización del comercio exterior para poder controlar los precios y las cantidades que se importan y exportan.
El punto de partida de este programa económico no puede estar dado entonces sino por la ruptura del acuerdo con el FMI, telón de fondo de todo el régimen de saqueo nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario