El gobernador José Alperovich ha vuelto a entrometerse en el conflicto de la UNT en rescate de la camarilla rectoral que integra a varios funcionarios afines al gobierno provincial.
Alperovich siente temor que una profundización de la crisis en la UNT, pueda implicar que levanten cabeza las camarillas opositoras al gobierno, y favorables a la oposición, y que pueda perder el control de Canal 10, que opera como una suerte de TV pública provincial.
Alperovich interviene en un conflicto que no es de su competencia, y por eso se va a lavar las manos para dar solución a los reclamos, y sin solución a los reclamos, no hay solución al conflicto, salvo que el mismo sea aplastado por las provocaciones represivas. En esa dirección ya se mueven la Rectora y el gobierno sin resultados a la vista.
Alperovich, cuando sí tuvo que intervenir y dar respuestas a requerimientos de la comunidad universitaria, como ocurrió el año pasado con los casos de abusos o el reclamo del boleto educativo, temas que eran de su competencia, directamente se lavó las manos, los abusos quedaron en la más completa impunidad, y en el caso del boleto educativo la respuesta ha sido el aumento del boleto, que ha sido llevado a uno de los niveles mas altos del país.
La intervención actual del gobierno es completamente ilegal, porque es violatoria de la autonomía universitaria.
Esta política negrera y represiva del gobierno que tiene de rehén al conjunto del pueblo tucumanos que vive de su propio trabajo, y a los que no tiene de trabajo, los tiene de rehén con los planes sociales, constituye la verdadera aberración política, opresiva y autoritaria que el pueblo trabajador con su lucha debe enfrentar, para que la crisis la paguen sus responsables.
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