viernes, 27 de septiembre de 2013

La crisis de la vivienda y el relato alperovichista

La ola de asentamientos en distintos puntos de la provincia, tiran abajo el relato alperovichista acerca de los avances sociales ocurridos en la última década. 

Alperovich ha montado un régimen a favor, entre otros, de los especuladores inmobiliarios, del que forman parte integrantes de su propia familia y de la camarilla gubernamental. Este negocio reposa en el monopolio del suelo urbano en manos de un puñado de especuladores, que han llevado por la nubes el precio del suelo, las construcciones y los alquileres, lo que ha provocado que decenas de miles de familias tengan como único destino hacinarse en terrenos y casas de familiares.

A los escasos planes de vivienda sólo tienen acceso las familias de grandes ingresos y los "amigos del poder". Cuando el promedio de ingreso salarial en la provincia no llega a los 4.000 pesos, y cuando el 50% de los trabajadores están en negro o precarizados, y miles en condición de trabajadores temporarios, se puede verificar fácilmente que todos ellos tienen vedado acceder a cualquiera de los planes de vivienda actuales, o incluso autoconstruirse la propia vivienda.E sta situación es una radiografía de la orientación social del gobierno que es compartida por la oposición reunida en el Acuerdo Cívico y Social.

La represión como remedio para evitar los asentamientos es como matar al enfermo para evitar el dolor. La única solución socialemente progresista a esta situación, se tiene que dar en base a implementar un inmediato plan de vivienda cuyas cuotas no pueden superar el 10% del ingreso familiar, y debe estar destinado a todas las familias sin techos que surjan de un censo a tal efecto. Para hacer efectiva esta solución se debe disponer de los terrenos urbanos desocupados y un impuesto a los especuladores inmobiliarios para tener los recursos para dar comienzo y efectiva solución a este derecho a la vivienda propia de las familias sin techo.


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