Tras la represión del 9 de julio y después que saliera a la luz pública el negociado del Belgrano Cargas, en el trazado San Miguel de Tucumán-Concepción con Ricardo Jaime, Tucumán volvió a ser noticia a partir de la designación como Jefe del Ejército del represor César Milani, involucrado en el Operativo Independencia y en la desaparición del conscripto Alberto Ledo.
Con la designación de Milani, el kirchnerismo pasó de hacer demagogia con el juzgamiento de ciertos genocidas a directamente designar a uno de éstos al frente del Ejército.
Es un giro en la política represiva y de espionaje por parte del gobierno nacional que tiene como telón de fondo una política económica violentamente antinacional y antipopular (inflación, acuerdo entreguista con la petrolera estadounidense Chevron, devaluación con doble moneda), que es exactamente la misma política que defiende la oposición patronal (UCR, Binner, Acuerdo Cívico y Social, etc.).
Parodiando a Amado Boudou que sostuvo que "quien no esté con José Alperovich, no está con Cristina", todo el arco de los llamados progres K, salieron a proclamar lo mismo, "quien no está con Milani no está con Cristina", dando expresión a una bancarrota sin retorno, de la que los trabajadores y la juventud, que aún mantiene sus simpatías K, deben romper para contribuir a desarrollar una alternativa independiente, que defienda realmente las banderas nacionales y populares, y que hoy encarna el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en la lucha cotidiana y en las próximas elecciones.
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