La idea de que Manzur era el candidato de Alperovich, aparece fuertemente cuestionada, frente a las denuncias que viene realizando Alberto Lebbos contra el gobierno y por el hecho de que Manzur aparece investigado judicialmente por enriquecimiento ilícito, todo esto en un cuadro de rápido deterioro de la situación social, como se refleja en el parate productivo en la fábrica Alpargatas, la crisis de la zafra azucarera, los despidos en la construcción . Pero Boudou es un salvavidas de plomo. Boudou, es un funcionario antipopular, denunciado por distintos hechos de corrupción como el caso Ciccone y quien vino a invocar las bondades del acuerdo de YPF con Chevron, un acuerdo que sería envidia de Carlos Menem por las condiciones leoninas impuestas a favor de la multinacional.
Para los trabajadores, la juventud y los sectores progresistas que cuestionan al gobierno de Alperovich, la conclusión a sacar es que no hay mal menor con el pretexto de la derecha, que hay que animarse a dar un paso a la izquierda, para contribuir a instalar una bancada de izquierda en el congreso nacional, para que de la misma manera que lo hacemos en la lucha cotidiana, impulsemos medidas efectivas para terminar con la corrupción, la impunidad y defender los reclamos sociales del pueblo trabajador.
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