sábado, 14 de noviembre de 2009

La victoria está al alcance de las manos

La ocupación policial de los hospitales obedeciendo a un pedido de la burocracia de ATSA y la posterior evacuación ante la repulsa generalizada de la población y la radicalización de los trabajadores que no se achicaron frente a la acción represiva, ha puesto en crisis la política del gobierno como nunca antes frente a lucha de los Trabajadores Autoconvocados de la Salud.

El gobierno ha quedado en evidencia que es un gobierno negrero y represor, un gobierno que pretende tener como interlocutor a una dirigencia burocrática que es capaz de mandarles la policía a los trabajadores, prefiere negociar con la dirigencia que ha dado muestra de su servilismo frente a los gobernantes y las patronales entregando los salarios y las condiciones laborales.

La CGT y la CTA no solo no mueven un dedo a favor de la lucha de la salud, sino que tampoco han condenado la conducta de la dirigencia de ATSA. ES MUY GRAVE.

Las cosas han quedado perfectamente claras

La fortaleza de los autoconvocados esta en la confianza en su propia fuerza, en su organización, en su lucha y en la confianza de que esa fuerza es un imán para convocar al conjunto del pueblo, porque en definitiva la lucha se ha ido transformando en una lucha de conjunto. Así lo demuestran las puebladas, así lo demuestra el apoyo de quienes quieren vivir de su propio trabajo, de quienes quieren vivir con salarios y condiciones laborales dignas.

Mientras el gobierno solo gana descrédito y se tiene que refugiar en la patota sindical y la represión, la influencia de la lucha de los autoconvocados crece como bola de nieve.

La política del gobierno ha quedado reducida a puras maniobras para ganar tiempo y llegar a las vacaciones para volver a la carga con su política de aprietes y represión. En consecuencia, la política de los autoconvocados tiene que ser la de no dar tregua y multiplicar las acciones de huelga, piquetes, ollas, consultorios en la calles y en las plazas, y nuevas puebladas, para obligar al gobierno a dar de una vez por todas las soluciones

Se ha dicho que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Entonces, o Alperovich cambia de pueblo, o el pueblo tucumano no le va a quedar otro rumbo que cambiar de gobierno para poder conseguir los reclamos elementales que están realizando referidos al salario, trabajo, salubridad y jubilación.



TRIBUNA DE SALUD
(Partido Obrero e independientes)
13/Noviembre/2009