Manzur y Alberto Fernández recordaron las desastrosas estadísticas de pobreza y desocupación del macrismo como si el gobernador no tuviera nada que ver con ellas.
¿No fue acaso Manzur aliado del macrismo durante años? ¿No le votó cuantas leyes le pidió el presidente en la cámara de diputados? La memoria del gobernador es bastante corta.
Una de las mayores hipocresías de la mañana se la llevó el anuncio de un “Sistema Integral de Cuidado en Tucumán con perspectiva de género”, cuando este gobierno es el responsable de la persecución y tortura a Lucia, una niña de 11 violada y obligada a parir, un caso resonante en todo el país.
Cuando habló del trabajo se olvidó de reconocer que Tucumán es puntera en materia de precarización laboral y trabajo en negro. Nada dijo de los dos ingenios cerrados ni de los cientos comercios que bajaron las persianas dejando trabajadores en las calles.
De los derechos humanos ni Manzur ni Fernández dijeron una palabra. Posiblemente les dio un poquito de vergüenza reconocer que, en el marco de la asunción de los legisladores, el gobierno formalizó su pacto con el bussismo. En ese mismo acto un legislador bussista juró por la memoria del genocida Antonio Bussi y fue aplaudido por todos los presentes, cuando lo que corresponde es, sin dudas, el repudio.
La foto final con los gobernadores y funcionarios del PJ, es la foto del pacto social que se viene, donde los gobernadores tendrán la tarea de armar en sus propios terruños pequeños pactos con las burocracias y empresariados locales. Un pacto social en contra de los trabajadores y a favor del ajuste, que el Partido Obrero combatirá en las calles para que las crisis y los ajustes que se vienen no lo paguen nuevamente los trabajadores.
Partido Obrero Tucumán
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