miércoles, 7 de octubre de 2015

Contra los candidatos del fraude, el ajuste y la impunidad, votemos al Frente de Izquierda



La crisis política abierta a partir de las manifestaciones que durante diez días ocuparon la Plaza Independencia reclamando la nulidad de los comicios del 23 de agosto y nuevas elecciones, se ha cerrado con una victoria de los candidatos oficialistas, quienes lograron que la Corte Suprema provincial convalide el resultado fraudulento, consagrando a Manzur gobernador.

El fallo fue un mazazo para el Acuerdo para el Bicentenario, encabezado por José Cano, quien mostró toda su impotencia para liderar una lucha a fondo por la defensa de sus propios votos. Cano insiste en llegar a la Corte Nacional en apelación al fallo de la provincia, pero eso es puro fuego de artificio. Antes de ello, el 31 de agosto, el propio Cano jugó todo su liderazgo cuando irrumpió en Plaza Independencia con una caravana llamando a desmovilizar.

El gobierno que estaba acorralado por las manifestaciones, a partir de ese momento pudo reaccionar y desatar la escalada de provocaciones que culminó con el fallo de la Corte. La política de Cano y del Acuerdo para el Bicentenario, de resolver la crisis sin el pueblo en la calle, fue dictada por Macri, auxiliado por Massa, Sanz y Stolbizer, quienes sostuvieron que la crisis tucumana se debía resolver en el ámbito de la Justicia Electoral.

Detrás de esta postura ocultaban un pacto de Macri con los gobernadores del PJ de varias provincias, quienes pusieron esa condición para darle garantía de una gobernabilidad si Macri alcanzara la presidencia en las elecciones de octubre. La frutilla del postre de Macri, Massa y cía., fue cuando públicamente declararon aceptar el fallo de la Corte provincial.

No hay ninguna duda del fraude; el sistema de acoples es esencialmente un recurso político fraudulento. El 23 de agosto hubo infinidad de delitos electorales cometidos y hasta el propio fallo de la Corte lo tuvo que reconocer. Por eso la proclamación de Manzur es una suerte de golpe de Estado judicial, por parte de una Corte de jueces con fuertes vínculos con el gobierno.

Todo esto deja abierta una enorme crisis política. 

¿Cómo se gobierna una provincia con un gobierno ilegítimo y donde los problemas económicos y sociales son explosivos?

Por eso Manzur, luego de su proclamación pasó del discurso de "hacer sonar el escarmiento a la oposición" a plantear la necesidad del diálogo, ofreciendo como zanahoria la modificación del régimen electoral e incluso una nueva reforma constitucional pactada previamente, a esta política se ha sumado activamente el arzobispo Zecca.

Varios dirigentes del Acuerdo para el Bicentenario ya saludaron esta convocatoria dialoguista. Después de haber ahogado la lucha popular contra el fraude, la oposición que prometía el cambio, ya ha iniciando una política de colaboración con el futuro gobierno fraudulento.

Todo este proceso ilumina como nunca el panorama electoral del 25 de octubre. La coalición radical-macrista encabezada por la senadora nacional (radical) Silvia Elías de Pérez y secundada por el dirigente del PRO, Garretón, que se referencian con Macri, Massa, Stolbizer, no reúne las condiciones elementales para presentarse como una oposición popular y mucho menos para enarbolar las banderas del cambio, contra la impunidad y el fraude.

Frente a este escenario la única salida a los candidatos del fraude, el ajuste y la impunidad representados por Scioli-Alperovich y a los falsos opositores, que también usaron los acoples, el bolsoneo y el acarreo de votantes, es el voto al Frente de Izquierda.

El Partido Obrero tiene el honor de haber sido el único partido que denunció y votó en contra del régimen de acoples en la Convención Constituyente del 2006. En la lucha contra el fraude, el Partido Obrero (integrante del Frente de Izquierda) estuvo antes, durante y después de las elecciones a la cabeza de las denuncias y de la lucha popular para imponer la nulidad y nuevas elecciones.

De la misma manera, hemos estado en las principales luchas contra el régimen de impunidad sosteniendo los reclamos de la Comisión de Familiares Víctimas de la Impunidad, así como en todas las luchas cotidianas provocadas por las medidas de ajuste del gobierno de Alperovich.

Por todo esto, el 25 de octubre el voto contra el fraude, el ajuste y la impunidad, es el voto a la lista 504 del Frente de Izquierda

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