El escándalo de la municipalidad "paralela" deja al descubierto una nueva caja negra dentro del Estado. El municipio pretende reducir el problema a un par de empleados corruptos, cuando queda claro que la situación estaba en conocimiento de las altas esferas municipales.
La decisión de las autoridades de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán de no accionar legalmente en su momento y de limitarse a iniciar un "sumario administrativo" destinado a dormir en los cajones del municipio, muestra irrefutablemente la responsabilidad política del intendente Amaya en este entramado.
Este acto de saqueo va de la mano del estado provincial paralelo donde se escurre buena parte del presupuesto. Como dice el dicho, "entre bomberos no se van a pisar la manguera" y, ambos responsables, Alperovich y Amaya van a encabezar como candidatos testimoniales las listas oficiales con el propósito ulterior de perpetuarse en el poder en la provincia, perpetuando a los Lázaro Báez tucumanos y la corrupción generalizada.
Es necesario parar este saqueo. El Partido Obrero llama a construir una alternativa política de los trabajadores y la izquierda.
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