En las últimas horas se dió a conocer el resultado de las pericias realizadas en las computadoras del llamado “Centro de Reunión de Información de Campo de Mayo”. Estos resultados confirmaron con certeza que el llamado “Proyecto X”, operado por Gendarmería Nacional, es una estructura de espionaje contra las organizaciones sociales y políticas, totalmente violatoria de las leyes nacionales y de la propia Constitución.
La ministra Nilda Garré ha defendido a capa y espada el “Proyecto X”, argumentando de manera embustera que se trata de “inteligencia criminal para el delito complejo”, cuando en realidad se trata de procedimientos dirigidos a infiltrar, espiar, a las organizaciones sociales y políticas que luego son perseguidas. El hecho cobra una gravedad inusitada, demostrando que hay una política de estado, nacional y en cada provincia, para espiar, infiltrar y reprimir a las organizaciones que no comulgan con la política oficial.
La noticia cobra particular resonancia en Tucumán, donde funciona a plena luz del día el D2, que también se intenta disimular (mal) bajo la fachada de “inteligencia criminal”, pero es un aparato de espionaje a las organizaciones políticas, sindicales y sociales, como lo ha denunciado y ha reclamado una investigación a tal efecto por nuestro Partido ante la Justicia Federal, y como lo han denunciado también otras organizaciones, entre ellas, la Asociación Bancaria.
De cara al próximo 24 de marzo, queda clarísimo que la llamada “política de Derechos Humanos” oficialista es pura verborragia, y que tanto el kirchnerismo como el alperovichismo mantienen en pie estructuras de espionaje e infiltración ilegal.
Exigimos el desmantelamiento de todos los programas de “inteligencia interior”, infiltración y delación de las organizaciones populares y el castigo a todos sus responsables políticos.
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