Los artistas y trabajadores de la cultura militantes y simpatizantes del Partido Obrero (LuchArte) denunciamos que en el país y en Tucumán los bloques patronales y capitalistas arrasan con nuestras conquistas y pretenden, nuevamente, que las próximas elecciones se diriman entre ellos sin una oposición de izquierda.
El kirchnerismo, en su variante alperovichista, está saqueando la caja de los fondos que por ley está destinada al teatro Independiente y, alegando razones burocráticas, se niega a entregar el dinero a los grupos que, a pulmón, sostienen la actividad teatral de la provincia. Mientras tanto, mantiene vedado los espacios relevantes de exposición a los artistas tucumanos, manteniéndose (como el Museo Timoteo Navarro) con productos enlatados que le Impone la Secretaría de Cultura de la Nación. A través del Ente Cultural, el presupuesto, que supera los 23 millones de pesos, se entrega una parte a artistas que, desde Buenos Aires, cobran onerosos honorarios en sus presentaciones en actos que organiza el gobierno, con características propagandísticas; otro tanto se destina a la política de convertir a la cultura y al arte en shows espectaculares que ordena el gobernador, y un resto es derivado a una caja negra que no tiene ningún control. Los cuerpos artísticos estables de la provincia funcionan con un régimen militarizado donde toda disidencia a las disposiciones del Secretario de Cultura y sus directores son sancionado con el despido. Los músicos han perdido sus espacios, y la ley 4 am amenaza su subsistencia.
Quienes se presentan corno alternativas de paladar negro kirchnerista (la diputada Stella Maris Córdoba o sectores vinculados a La Cámpora) no han abierto la boca sobre estos temas, y se limitan a ayudar con dádivas al algunos de sus "amigos" sin ofrecer una alternativa a esta política. Lo mismo sucede con !a disgregada oposición sojera vinculada al radicalismo. La UCR conduce la universidad y desde allí a radio Universidad o en asociación con Alperovich, al canal l0, y los han transformado a través de la manipulación mediática al favor de los diferentes oficialismos donde la censura está a la orden del día. La Facultad de Artes es un ámbito donde el espíritu artístico no se puede desenvolver desde el mismo momento que las camarillas que la conducen persiguen a los luchadores independientes y toda expresión del ideario socialista.
Los partidos capitalistas no tienen el menor compromiso con el desarrollo del arte ni con la cultura desde el punto de vista del interés del pueblo o de los artistas. Solo se interesan por los eventos vinculados al mercado, o sea que sean un negocio lucrativo para el capital. Por eso en el país y también en Tucumán florecen las llamadas industrias culturales, que crecen en proporciones aun mayor que el índice económico. Se exportan e importan productos enlatados. Los artistas son peones de empresarios que solo miden el rendimiento económico del artista. Los gobiernos capitalistas de todos los colores promueven estos negocios pero también la cooptación de todo exponente popular para poner su popularidad al servicio de distintas alternativas capitalistas. Hoy las campañas electorales, frente a los prontuarios impresentables de muchos candidatos se lavan con la imagen de artistas populares.
Desde LuchArte, por el contrario, ofrecemos a los artistas y a los trabajadores de la cultura un Frente de Izquierda, una opción Independiente ante el gobierno kirchnerista y sus colectoras y a la oposición, y llamamos a no confiar ni diluirse en la llamada centroizquierda (llamativo es que el cineasta Pino Solanas haya denunciado con sus películas la desaparición del ferrocarril, pero haya estado ausente de la lucha ferroviaria de los compañeros tercerizados, por ejemplo, que costó la vida de nuestro compañero Mariano Ferreyra).
El Frente de Izquierda surge para darle una alternativa política electoral a todas las expresiones de lucha de los trabajadores y el pueblo, que enfrenta a la burocracia sindical de los Pedraza y cia, contra el trabajo en negro y la precarización y la explotación de los trabajadores.
Los artistas, más allá de nuestras prácticas y estéticas diferentes, debemos luchar contra los monopolios que destruyen el medio ambiente y contra el vaciamiento de la educación (sólo LuchArte propone que la UNT rompa los vínculos con la minera contaminante y exige el rechazo de sus fondos; la triplicación del presupuesto educativo y la defensa de la educación pública).
Exigimos el aumento del presupuesto dedicado al teatro independiente y la efectiva distribución de los fondos a los grupos; la democratización de los espacios públicos de exposición (que una comisión integrada por artistas elegidos por sus pares determine la programación); nuestro apoyo a los trabajadores del Teatro Colón y defendemos la estabilidad de los elencos "inestables".
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