sábado, 31 de octubre de 2009

Alperovich y Yedlin, siguen "muy" de cerca el conflicto de los Trabajadores Autoconvocados de la Salud


El jueves pasado los trabajadores del Hospital Avellaneda se encontraron con que los recibos de sueldo consignaron descuentos que superaron el 50 por ciento de lo que deberían de cobrar. La sorpresa dio paso a la indignación y a la toma pacífica del lugar, en reclamo de que se devuelvan las sumas incautadas y la renuncia del director del Hospital, José Rogero.

Gracias a uno de los trabajadores, el periódico accedió a una de las boletas en cuestión. A pesar de que tendría que percibir un salario de 1.450 pesos, la sorpresa señaló un sueldo de 533 pesos, es decir 917 pesos menos. Los descuentos en los haberes que figuran en la boleta son consecuencia, según explican los detalles, de ocho días de "inasistencias" más nueve jornadas por "falta de prestación de servicios" .

Lo curioso del caso es que la arbitraria medida dictada por el Gobierno se perpetró horas antes de consumarse una nueva reunión entre las partes, -en la sede del Arzobispado de Tucumán-, lo que fue interpretado como una provocación por parte de los trabajadores.

"La causa de la toma del hospital es reclamar a este representante político que tiene este Gobierno en el hospital, que es el director (José Rogero), que avaló con su firma todos los descuentos que sufrieron los compañeros y, como no nos sentimos representados, le pedimos amablemente que se vaya", expresó Horacio Pecamiche, delegado del Avellaneda. Los alrededores del Hospital estuvieron plagados de personal policial. "Estamos en un hospital militarizado, la policía está a simple vista, amedrentando. Ya nos metieron palos con los salarios, ahora parece que nos quieren dar palos literalmente", agregó.

A su vez, uno de los referentes de la lucha, Braulio Fanlo, denunció que lo ocurrido no fue un hecho aislado, sino una manera de disciplinamiento por parte de las autoridades. "Han elegido al Avellaneda como ejemplo para disciplinar el movimiento. Como un ejemplo de represión para quebrar la adhesión que tiene el movimiento. Estamos más unidos que nunca. Nuestra medida es una medida de defensa, no se trata de ningún ataque a nadie y de ningún desamparo a los pacientes", expresó en una improvisada asamblea ante el resto de sus compañeros.

Las infernales jornadas climáticas que azotan a los tucumanos obligaron a que los trabajadores se agiornaran a la situación y decidieran cambiar el horario de las movilizaciones de los miércoles. Es así que, según aclararon, las marchas se realizarán, de ahora en más, por la noche. De esta manera y, tras la exitosa movilización del viernes pasado, los autoconvocados resolvieron organizar una nueva marcha de antorchas, que estará sujeta a la decisión de la asamblea.


Seguidos de cerca

Poco tiempo después de estallar el conflicto, tanto Alperovich, como el ministro de Salud, Pablo Yedlin, habían dicho que seguían de cerca la problemática. A pesar de las desconfianzas, nunca más acertadas las aseveraciones del mandatario.
Cuando el grueso de los trabajadores realizaba la asamblea en el hall del nosocomio, llegó una persona de anteojos y con un bolso al hombro, que comenzó a sacar fotografías. Como los trabajadores de prensa no sabían a qué medio pertenecía, un periodista le preguntó para qué medio trabajaba. "Soy periodista independiente", respondió. Sin embargo y tras consultar con otros fotógrafos, se pudo develar que el citado "periodista independiente" pertenecía a la policía de la provincia. Enterado de estos, un grupo de Auto convocados lo invitó a que desalojara el lugar.
Por lo visto, Alperovich y Yedlin, siguen "muy" de cerca el conflicto.




Publicado en Diario el periódico de Tucumán en su edición del sábado 31 de Octubre de 2009.