viernes, 29 de agosto de 2008

El fallo contra los genocidas finalizó con incidentes y corridas

La sentencia judicial contra Bussi y Menéndez que permitirá que continúen detenidos tal como lo venían haciendo (en un country de Yerba Buena y en un penal de Córdoba, respectivamente), más las provocación de los seguidores bussistas generaron la indignación de integrantes de partidos de izquierda y organizaciones de derechos humanos. La bronca invadió el microcentro con incidentes que protagonizaron militantes del PO y el PC que se disolvieron luego de que la Gendarmería arrojara gases lacrimógenos.





Todo parecía normal hasta que llegó la hora del veredicto judicial y la expectativa, minuto a minuto, comenzó a invadir a cada uno de los manifestantes tanto de la mayoría a favor de los derechos humanos como de la minoría republicana que también se acercó a esperar por el destino de su patético líder. El fallo del tribunal oral que condenó a Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi a cadena perpetua sin cárcel común, generó una profunda indignación generalizada. Sin embargo, lo que terminó de encender la llama fue la provocación de algunos seguidores de los genocidas a través de burlas y el arrojo de un proyectil que impactó en un militante de derechos humanos.
De esta forma, los más jóvenes tomaron la posta y, sin importar la presencia de cientos de efectivos de la Gendarmería nacional, militantes del Partido Obrero y del Partido Comunista y del Partido Comunista Revolucionario, principalmente, reaccionaron para enfrentarse con los bussistas. El enojo y el descontrol ya estaban instalados. Los uniformados solamente impidieron por varios minutos el avance de los manifestantes, hasta que, al verse desbordados, decidieron dispersar a la multitud con su ya tradicional forma de maltratar a la población: arrojando gases lacrimógenos y disparos con balas de gomas.
Todo se tornó confuso. La gente comenzó a correr sin sentido para protegerse de cualquier peligro. Mujeres, ancianos, embarazadas y hasta los propios trabajadores de prensa buscaron algún refugio hasta que se calmaran los ánimos. Tras los incidentes, que se extendieron durante más de una hora, organismos de derechos humanos, familiares y militantes de centros políticos se fueron hacia Plaza Independencia para protestar contra el fallo judicial a los represores.
Durante los incidentes primerafuente registró que por lo menos cinco mujeres tuvieron que ser trasladadas a centros de atención médica debido a la inhalación de gases lacrimógenos. En medio de la revuelta, en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Chacabuco (a metros de la sede del Tribunal Oral Federal) estuvieron apostados más de 50 periodistas de diferentes medios de comunicación del país. Una vez más, los encargados de trasmitir lo que sucedía también fueron víctimas de estos hechos de violencia. Un camarógrafo de Canal 7 resultó herido aunque se encuentra estable y en plena recuperación.
Luego de estos incidentes, la paz volvió a reinar. Manifestantes de MST, APT, familiares de desaparecidos, HIJOS, Partido Comunista, Polo Obrero, CCC, Libres del Sur, Barrios de Pie, PTS, Juventud Peronista, COBA, Abuelas de Plaza de Mayo, Movimiento Evita, Municipales, estudiantes universitarios y ciudadanos independientes se concentraron en la Plaza Independencia, en forma pacifica, para continuar con el reclamo en contra de que Bussi y Menéndez no reciban su castigo en una cárcel común como cualquier delincuente.
El lanzamiento de gases lacrimógenos en forma indiscriminada por parte de los gendarmes afectó a cientos de peatones que circulaban por otras arterias de la ciudad. Estas imágenes se repetían una y otra vez en los medios nacionales, provocando la preocupación de las autoridades provinciales y nacionales. Incluso, el propio ministro del Interior, Aníbal Fernández, se comunicó con autoridades del Gobierno provincial para determinar quién dio la orden de reprimir contra los manifestantes.



Foto de tapa de Diario El Siglo: www.elsigloweb.com/

Video gentileza de primerafuente.com