martes, 26 de agosto de 2008

CONGRESO DE CULTURA II

Lamento que la lectora Myrtha Raia (carta del 24/8) tenga un hijo desaparecido. Apoyo esa lucha desde que la Comisión de la OEA visitó Tucumán, en 1979. Cómplice, según el diccionario, significa “quien manifiesta solidaridad o camaradería”. Tengo el honor de ser cómplice de los organismos de DDHH y no de Bussi. Guzman, colega artístico de Raia, lo fué. Compartió la aberrante conducta de colaborar con el proyecto político que procuraba legitimar, sin juzgamiento, los crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles.
Los “períodos democráticos” no son sinónimo de justicia. Obediencia debida, punto final, indultos. Hitler fue elegido con el 90% de los votos antes del genocidio. Tucumán eligió a Bussi después; es más preocupante.
La supuesta eficacia de Guzman, muy opinable, no quita su pasado. Goebbels y Speer fueron muy eficaces. ¿Por qué Raia no aprobó, en su momento, la decisión del aspirante funcionario? ¿Su posterior “eficacia” la convenció? ¿No sabía Guzman lo que pasó aquí?
Nadie “toma a la cultura como pretexto”. ¿Pretexto de qué? No hay aquí ataques personales. Podría llamarse Mengano y ser un genio. Lo preocupante es lo que significa que Guzman, para defenderse, usa el mismo argumento que Bussi: el voto de 200.000 engañados y confundidos conciudadanos.

Carlos María Alsina


Publicada en la sección Carta de Lectores del Diario La Gaceta:http://www.lagaceta.com.ar/nota/287465/Opinion/Cartas_lectores.html